TIME LOST:

10 AÑOS SIN THE RUSTIC BAR IBIZA – THE TRIBUTE

La blanca y hermosa gran casa payesa yacía estrategicamente ubicada en lo alto de la loma, desde allí dominaba el acceso a la ciudad por mar, playa den Bossa a sus pies y Formentera en el lejano horizonte. Oasis de almendros y algarrobos situado entre Ibiza ciudad y Playa den Bossa.

La propiedad, que se encontraba en avanzado estado de ruina, había sido adquirida unos años antes por mi familia. Mi abuelo “Xumeu”, que había servido allí durante la Guerra, tenía un vínculo afectivo especial con aquel lugar. Quizá porque allí transcurrieron algunos de sus años de juventud, compañerismo y servicio a la patria. La compra de la propiedad había supuesto para él alcanzar un zénid en su vida, una culminación de la que se sentía muy orgulloso.

Tras la compra de la finca mi tío y mentor “Xumeu 2º”, emprende la reforma y restauración de la propiedad, con la intención de convertirla en un Hotel Agro-Turismo. Por aquel entonces yo me encuentro fuera de la Isla terminando mis estudios (cinco años repartidos entre Mallorca y Londres) y con la idea clara de volver a la amada tierra de mis orígenes. Sin un plan de futuro muy claro, todo me dirigía al mundo hotelero ya era a lo que ha había dedicado mis años de estudiante. En aquel momento todavía nada podía hacerme imaginar lo que el destino tenía reservado para mi..

Una de mis grandes pasiones era, y es, la música y especialmente el Rock en todas sus formas y subgéneros. A pesar de mi corta edad y movido por mi gran pasión ya había podido asistir a grandes conciertos de grupos como Pearl Jam, REM, Lou Reed o Blondie. En Palma era un habitual de las míticas y ya desaparecidas salas de conciertos Blues Ville y Sonotone. Haber visto en directo a Loquillo e Ilegales con tan sólo doce años sin duda me había marcado el camino. Con doce años también, compro mi primer vinilo “Brain Drain” de los Ramones, años más tarde empiezo a tocar el bajo. Esto último con más ganas que destreza dicho sea de paso. El camino cada vez esta más definido.

Ya en la Isla, recibo una llamada de mi tío que cambiaría mi vida. Me propone hacer algo con la casa mientras el continua con la reforma de la finca. Tal vez un restaurante que pudiera ir financiando las obras. Como si de una visión se tratara (pocas veces he tenido una visión tan clara y nítida de un proyecto) le propongo a mi tío montar un Bar Musical. Y para mi sorpresa, su respuesta fue, adelante! Siempre le estaré enormemente agradecido por su confianza ciega y apoyo incondicional.

Tenía absolutamente claro que características debía reunir el Bar ideal. La música Rock y en directo serían los auténticos protagonistas. Desde mi punto de vista esta era una oferta de ocio nocturno muy minoritaria en Ibiza, así que también era una oportunidad de satisfacer una necesidad existente. Recuerdo como algunas personas con las que comente mis planes me dijeron que estaba loco, que pusiera música pachangera que era lo que funcionaba. Menos mal que no les hice caso. Creía en mi y estaba dispuesto, tenia una oportunidad única y la pasión necesaria para intentarlo. El nombre sería Rústik Bar, le venía como anillo al dedo. Todo parece empezar a fluir. Aún no tenía ni idea de lo que se me estaba viniendo encima..

“Do it yourself”. Ya tenemos el lugar, el equipo suena de maravilla. Los pósters de grupos de Rock que había coleccionado durante años ahora cubren con sus lustrosos marcos las blancas paredes junto con algunas tablas de surf y windsurf (mi otra gran pasión) antiguas. En un extremo de la gran sala central se encuentra la cabina del DJ y en el otro extremo el escenario, fabricado con palets y recubierto con una vieja moqueta. La barra va de lado a lado de la estancia. El porche juega un papel clave ya que a la vez invita a descubrir el interior y hace de nexo con la amplia terraza exterior. Tenemos dos ambientes, el interior donde se bailará sin descanso y el exterior más relajado.

“Ready to Rock”, o al menos eso creía yo. Sin posibilidad de hacer publicidad, tanto por motivos económicos como legales, decidimos hacer una fiesta de apertura “barra libre”, toda la noche y sin condiciones, gran acierto. Hacemos correr la voz, de boca en boca, facebook o WhatsApp aún no se han inventado. 30 De Mayo del 2003, nunca olvidaré la fecha, el “opening” es un éxito, una auténtica locura.

De ahí en adelante el crecimiento fue rápido y exponencial. Cada día más y más gente asistía, todas las previsiones que había hecho en mi cabeza habían quedado obsoletas en cuestión de semanas. La situación de éxito totalmente inesperado obligó a grandes dosis de trabajo, esfuerzo e improvisación. Personalmente durante estas primeras semanas me encontraba tan sorprendido por el éxito como agotado. Recuerdo que un gran amigo que había trabajado durante años en la puerta de Space me dijo una noche que calculaba que había más de mil personas. Que locura.
En aquellos días experimente mi primera crisis de ansiedad. “Ten cuidado con lo que sueñas que puede hacerse realidad..”
De repente estoy al mando del Bar de moda, esta totalmente descontrolado y no lo estoy disfrutando nada, más bien todo lo contrario, me esta costando la salud. Como siga así, el Rock&Roll me va a matar pensé.

“Todo es posible con ayuda de tus amigos”. La situación era complicada para mí, el peso de la responsabilidad y del éxito inesperado, sumado al agotamiento físico (perdí unos diez kilos en un mes) estaban a punto de derrotarme.
Decido tomar una serie de decisiones para tratar de revertir la situación. La más importante de ellas fue rodearme de algunos de mis mejores amigos. Fuí capaz de convencer, no fue difícil, a algunos compañeros de estudios y amigos de toda la vida para que vinieran a trabajar conmigo. Increíblemente todos se apuntaron al bombardeo. El equipo era el mejor posible, un grupo de buenos amigos compartiendo la misma visión y pasión, sin egos, como en una buena banda de Rock cada uno brillando por sí mismo. Siempre estaré eternamente agradecido a todos ellos, tanto por su ayuda como por hacerlo posible y por supuesto por los grandes e inolvidables momentos que vivimos juntos.


Rodearme de mis amigos me proporciono la paz y seguridad necesarias empezar a disfrutar lo que ,sin duda, fueron algunos de los mejores años de mi vida.

Pasados diez años desde el cierre definitivo y con el análisis claro y maduro que da la perspectiva del paso del tiempo me atrevo a tratar de definir cuales pudieron ser las claves de aquel inesperado éxito. Parece claro que el lugar era mágico y especial, tanto por su historia como por su ubicación y entorno. Todos nos encontrábamos en unos años maravillosos de nuestras vidas, llenos de juventud, energía y pasión. Se demostró que una oferta musical alternativa y de calidad era necesaria y que podía funcionar. Nosotros pusimos el lugar, el increíble ambiente lo creo la gente.

Para mi Rústik Bar supuso una experiencia única e irrepetible en la vida. Fue una historia de iniciación, corta pero intensa, como un buen tema Punk-Rock. Estuvo llena de amor, amistad y pasión. Y aquí creo que recae la más importante de las claves del éxito. Creer profundamente en lo que estas haciendo y transmitirlo en forma de valores auténticos, desde el corazón.

Fueron tantas las noches memorables me resulta imposible recordar una en concreto. Son tantas las personas que me acompañaron durante el viaje que no me atrevo a nombrarlas por temor a olvidar a alguna de ellas y cometer una tremenda injusticia. Todas las personas que se sintieron importantes, que lo vivieron como algo especial y que formaron parte de ello de una u otra forma saben que tienen toda mi eterna gratitud.

Que extraña, bonita y caprichosa que puede llegar a ser la vida. Mi abuelo Xumeu me dijo una vez que en aquel lugar mágico había pasado algunos de los mejores años de su vida sirviendo para el ejército. De alguna forma yo puedo afirmar lo mismo, unos cincuenta años después que él, y en una Isla y un tiempo radicalmente diferente, también disfrute de algunos de los mejores años de mi vida sirviendo al ejercito, esta vez del Rock&Roll.

Recuerdo aquellos años con amor, con cariño y mucho agradecimiento, nunca con nostalgia del pasado. Hay una frase que a modo de mantra me acompaña siempre, “lo mejor esta siempre por llegar”.

“Nunca se es viejo para el Rock&Roll, siempre se es joven para morir” The Greatful Dead.

Roger Buj Ribas.

Este próximo martes día 13 de junio se celebrara un tributo a The Rustik en el Hotel Santos, dentro de la programación «Dorado Live Shows» que contará con la actuación de la banda Cycle, la telonera: Azahar López y los Djs: Javi Box / AngelZ / Colin peters. Tienes toda la información en el evento oficial de Facebook.