TIME LOST:

LA ACTUAL CAZA DE BRUJAS CONTRA LA ELECTRÓNICA EN IBIZA

Desde hace alguno tiempo, ya se pueden llamar a las cosas por su nombre, las administraciones de la isla de Ibiza han empezado una autentica “caza de brujas” contra todo lo que tiene Djs y música en sus negocios.

Estamos viviendo sin lugar a dudas, una de las épocas de más persecución contra los clubs y empresarios del mundo de la música electrónica en Ibiza. Los políticos quieren creer que la música ya no es el principal reclamo de la isla, y están haciendo todo lo que esta en sus manos, para ir disminuyendo la involucración de la música electrónica con la marca Ibiza.

El aumento en los últimos años de un turismo más “pijo” y con un poder adquisitivo mayor, hace pensar a muchos, que ya no hacen falta los clubs y el reclamo de tener a los mejores djs del mundo aquí, para hacer que el turismo venga.

Sin lugar a dudas, una de las decisiones que más ha marcado a esta isla en los últimos años, fue cuando se decidió prohibir los after hours. En el año 2008, el Consell d’Evissa limitó el horario de las discotecas de la isla prohibiendo las sesiones matinales. Space Ibiza se vio obligada a cambiar el horario de su discoteca y a cubrir su emblemática terraza debido a otra ordenanza que exigía que durante la noche todas las zonas al aire libre debían estar cubiertas. Esta nueva normativa cambio muchas cosas en la isla. Unas más positivas y otras más negativas, según quien opine.

Ahora 10 años después, los políticos de lo diferentes Ayuntamientos de la isla, porque hay que recordar que los clubs de Ibiza se encuentran ubicados hasta en 4 municipios diferentes, y cada Ayuntamiento tiene sus leyes y ordenanzas, diferentes al de otros. en una isla que quieran o no, vive del turismo y de la música electrónica, y que no han sido capaces ni de sentarse e intentar unificar normativas y ordenanzas para que afecten a todos por igual. Una isla que por no tener bien, no tiene ni una asociación de empresarios nocturnos que ejerza un poder real y luche por el bien de los clubs de la isla.

En este 2018 y final de 2017, hemos tenido que leer noticias y titulares en los medios locales como estos:

 

Que se controlen las cosas, esta genial, pero que se quiera acabar con todo lo relacionado con la música electrónica en la isla, es un autentico error. Un error ya que aunque aquí hay cada vez más tipos de turistas, la música sigue siendo uno de los principales “pilares” de la economía en la isla.

La apuesta de Ibiza y algunos de sus políticos por el turismo de lujo, puede terminar saliéndole cara. Un informe de ‘Anuari del Turisme de les Illes Balears‘, concluye que el ocio nocturno es básico para la economía ibicenca. Las empresas del sector dan trabajo a casi 8.000 personas y facturan más de 400 millones en la isla. Con la cantidad de competencia de festivales y lugares que intentan imitar a Ibiza, sin tantas restricciones, los políticos de esta isla, deberían de pensar que si se sigue apretando a los clubs de la isla como se les esta apretando, puede llegar un momento, en el que los clubbers elijan otros lugares para pasar sus vacaciones, que ya lleva pasando algún tiempo, ya que para muchos Ibiza ya no es imprescindible, cuando hay festivales de verano en Croacia, Bélgica o Holanda, que ofrecen una programación electrónica durante 5 o 6 días al nivel de la que puede ofrecer Ibiza.

Algo esta cambiando, y es para peor, y es la mentalidad de nuestros políticos, que en lugar, de buscar mejorar las cosas, lo que hacen es prohibirlas. Esta es la solución rápid, la que les produce menos dolores de cabeza, y en las que mejor se pueden esconder, de su inoperancia general. Esta no es la solución.

Si Ibiza dejara de ser referente mundial en discotecas, incluso aunque mantuviera una oferta de ocio nocturno equivalente a la de otros destinos, perdería las ventajas económicas. Muchos profesionales, llevan tiempo avisándolo… Si se sigue queriendo poner limites y más limites, y no buscar el equilibrio, la cosa puede terminar mal.

No estamos pidiendo que todo valga, por supuesto que hay que poner reglas y normas, pero para encontrar el equilibrio, hay que trabajar en ello, y parece que hay muchos en esta isla, que no quiere.

Teo Molina / Director Fiesta&Bullshit.