TIME LOST:

LAS BARRAS Y LOS BAÑOS, VUELVEN A SER LO PEOR DE SÓNAR 2017

Un año más, y van 24, Sónar volvió a dar “vida” musical a la ciudad de Barcelona, situándola en el punto de reunión de profesionales y aficionados de la música y las nuevas tecnologías.

Desde que Sónar se convirtió en un evento de “moda” y masivo, el festival que antes tenia matricula de honor en organización y producción, perdió algunos puntos en lo que a organización de barras y camareros se refiere.

Durante los últimos años, desde 2014, hemos tenido la esperanza de que al siguiente año el festival consiguiera “controlar” esto, pero no es así, cada año aumenta la asistencia, y el evento no es capaz de dar un buen servicio en las barras, que tan importantes son en un evento de estas características.

Los baños son otra punto negativo de sónar, son insuficientes cada año y las esperas en baños, barras y moverte de escenarios, hacen que pierdas los minutos que tenias dedicados a escuchar a tus artistas preferidos.

Sónar cierra esta edición con un total de 123.000 visitantes, batiendo récords de asistencia en los 24 años de historia del festival. Según ha explicado este sábado en la rueda de prensa de balance el codirector del festival Ricard Robles, las 8.000 personas más que han visitado el festival –respecto a las 115.000 de 2016– lo han hecho con un crecimiento «muy repartido» entre las ediciones de Sónar de día y de noche.

Sobre lo musical, os hablaremos largo y tendido en otro articulo que publicaremos en los próximos días.