TIME LOST:

VUESTRAS FIESTAS EN IBIZA: LA FARANDULA

El pasado domingo por la mañana abrimos el correo de Fiesta & Bullshit y nos encontramos con un mail que nos enganchó de principio a fin. Salvo corregir alguna falta ortográfica, hemos respetado el contenido integro del mensaje de este amante del Clubbing en Ibiza. Esperamos que os guste tanto como a nosotros.

Hola amigos de Fiesta & Bullshit.

Soy un gran admirador de vuestro trabajo, es divertido, diferente y soléis hablar de cosas de las que no se suelen hablar en Ibiza. Llevaba mucho tiempo deseando mandaros algunas líneas sobre mis experiencias en mi primer año en la isla, pero en el último momento siempre me echaba para atrás. Pero hace unos horas he estado en una fiesta de Privilege, que seguramente mucha gente no conozca llamada La Farándula Ibiza… y la verdad es que me sorprendió positivamente.

Mi hermano mayor trabajó muchos años haciendo temporada en Ibiza y cada vez que regresaba a casa venía con un montón de historias increíbles sobre la isla. Mi padre negaba con la cabeza y decía con mala leche: “en Ibiza solo hay vividores y mucha farándula”. Esa fue la primera vez que escuche la palabra farándula y desde entonces siempre la he relacionado con Ibiza. Pero no ha sido hasta este sábado cuando realmente he conocido su significado.

Al fin este verano he podido venir a trabajar a Ibiza. No ha sido fácil. He sufrido de lo lindo para encontrar casa y al final conseguí algo decente con unos amigos de barna. Aunque trabajo como un perro llevando la bandeja para arriba y para abajo en uno de los beach house más famosos (no digo cuál por si lee esto mi jefe), en estos meses he podido salir de fiesta y escuchar a alguno de mis DJs favoritos. Una gozada, durante estos meses todos mis miedos y mis dudas sobre lo que me iba a encontrar se han disipado. Pero me ha faltado algo, mi hermano me habló que la magia de Ibiza no se encontraba en los aforos completos. Siempre se pavoneaba que él había asistido a momentos históricos, al nacimiento de fiestas que con el tiempo se han convertido en referentes. Estuvo en Cocoon a finales de los 90, en las primeras fiestas de Cox, en los inicios de Circoloco incluso vio a Guetta pinchar en la terraza de Space cuando le conocían 4 gatos. Esa idea de ver “algo” nacer la he tenido grabada en la cabeza desde que llegué en el Ferry de Balearia, y creo que al final lo he logrado.

El sábado fue un día duro en el curro, no solo por el volumen de trabajo, el jefe estaba en modo toca pelotas y no nos dejo salir hasta las 00:30. Julia, Giorgina, Dani y yo acabamos en la Piadina tomando una porción de pizza, quejándonos de nuestro boss y gastando batería intentando encontrar una fiesta a donde ir. Todo lo que había ya lo conocíamos y queríamos algo nuevo. Dani se fijó en un cartel que había en un tablón de publicidad y dijo: ¿Qué es eso de La Farándula? Al oír el nombre reaccioné enseguida, me acordé de las palabras de mi padre, sin duda se trataba una señal.

Investigamos por Facebook y por Instagram y los DJs no estaban mal, pero nos llamó la atención su diseño y rollo a lo Dalí. Giorgina llamó a su colega Hernán y le dijo que ellas entraban gratis y que nosotros teníamos que pagar una cantidad, que viendo cómo está Ibiza, nos pareció un regalo. Así que cogimos el coche, una botella de ron para el parking y nos dirigimos a Privilege.

Cuando entramos nos chocamos de golpe con un espacio transformado en algo difícil de describir. Julia dijo que nos encontrábamos ante un burning man en una casita de muñecas. Había bastante gente y te podías mover a gusto, no necesitabas empujar para abrirte paso. Podías ver la cara de la gente y sus sonrisas. Y sobre todo podías bailar. Lo normal en una de las grandes fiestas de Ibiza es que te tengas que buscar la vida para bailar en menos medio metro cuadrado, por eso fue una gozada poder seguir la música sin restricciones de espacio.

A partir de ahí todo fueron risas, bailes, visitas al baño, chupitos y la pérdida total y absoluta de la noción del tiempo. Nos pusimos en frente de la cabina de bambú a darlo todo, desviando la mirada de vez en cuando hacia las estatuas surrealistas que decoraban la sala, en especial hacia el esqueleto de un caballo alado que colgaba del techo y que parecía que levitaba sobre nuestras cabezas. La música divertida y estimulante, con unos DJs que transmitían verdad desde la cabina. La noche terminó cuando la parejita, Julia y Dani, comenzaron a estar más interesados en comerse la boca que en seguir la fiesta. Giorgina y yo nos miramos y nos dimos cuenta que lamentablemente la retirada se aproximaba, ya que el medio de transporte que nos devolvería a Ibiza pertenecía a Dani y éste estaba deseando llegar a su apartamento lo antes posible. Hablamos de pagar un taxi a medias, pero se acercaba la hora del cierre y decidimos acompañar a nuestros amigos, aunque en la fiesta la energía aún seguía en todo lo alto.

De vuelta, ya en el coche, hablamos de lo mucho que nos había gustado la fiesta, del musicón que habíamos escuchado y decidimos no contárselo a nadie y que La Farándula fuera nuestro secreto. Pero al llegar a mi habitación y ante la imposibilidad química de dormir, decidí romper el pacto y escribiros este mail contándoos mi experiencia. Como os he comentado antes, mi hermano presume de haber asistido al nacimiento de las fiestas más míticas de la isla, pues bien, creo que al fin yo podré presumir de lo mismo. Ya que La Farándula Ibiza parece que ha llegado para quedarse.

Son las 9:30 de la mañana y me está entrando la bajona. Así que gracias Fiesta&Bullshit por aguantar esta chapa y espero que le deis bola a La Farándula Ibiza.

Un abrazo

Julio Cao