027 a alguien que se va a volver loco, ya tenés a dónde mirar. A partir de 2007-2008 empezó a cambiar, muy de a poco. Después, creo que fue con la crisis de 2008, 2009, que empezaron a verse más argentinos. Y, obviamente, se nota, se sentía entusiasmo. A partir de 2007 - 2008, muy despacito, empezó a cambiar y ya para más o menos 2015, en Barcelona hice un par de shows en la antigua fábrica de Estrella Damm, para el Off Sonar, y salieron buenísimos. Ya para 2018 no eran festivales grandes, pero sí clubes intermedios y siempre había una buena cantidad de gente. Y de la pandemia para acá, se juntó un montón de gente nueva, joven, española, que le encanta este sonido, y argentinos que siempre están, que no faltan nunca. Ahí se generó lo que faltaba… y ahora está como nunca. COMO BUEN MELÓMANO QUE ERES, Y QUE TE ENCANTA TODO EL TEMA DE LA MÚSICA… SI TUVIERAS QUE PONERLE EL NOMBRE DE UNA PELÍCULA A TU CARRERA, ¿CUÁL SERÍA? ¿CÓMO LLEVAS, HOY EN DÍA, TÚ QUE DEMUESTRAS PASIÓN EN CADA PALABRA, EN CADA SESIÓN, EN CADA MOVIMIENTO, VER QUE LOS FESTIVALES Y CLUBS MUCHAS VECES ESTÁN CONTROLADOS POR FONDOS DE INVERSIÓN, DONDE YA NO IMPORTA TANTO EL FAN QUE TE CONTRATA SINO LAS VISUALIZACIONES Y LOS TICKETS VENDIDOS? Creo que eso siempre existió un poco. La diferencia es que ahora hay mucha más información de quién es quién. Yo, en los festivales en los que trabajo —que tampoco son tantos, porque soy más de club que de festival—, como Loveland o aquí Brunch, conozco a las personas que me bookean y a su equipo. Después, probablemente, como decís, haya un fondo de inversión detrás, pero el que pone dinero lo hace porque en este momento le conviene, y mañana lo saca y lo pone en otro lado. No hay una relación personal ahí. Por eso trato de trabajar con festivales donde siento que hay una curaduría real. Después, cada caso habrá que analizarlo. Creo que es parte de la industria, como cuando en Ibiza antes había 100 hoteles y ahora hay 500, pero 3 dueños controlan esos 500. ¿Es mejor? No. Era mejor cuando cada hotel tenía una familia, una identidad y una manera de manejarse. Pero son cosas mucho más grandes que nosotros como para poder torcerlas. Pará… pero… no, no… porque yo te iba a decir Blade Runner, porque es una película así, voladora, larga. Pero no es que mi vida se pueda inspirar en eso, ni mi música en la de Vangelis, que es increíble. Pero sí que, además de que es una película muy favorita, me gusta esa cadencia que tiene, esa cosa medio lenta, voladora, cinemática… que me gusta en la música y me gusta en el cine. Amí siempre me gustan los discos largos y las películas largas. Yo soy fan de Scorsese, de Coppola, de Tarantino… películas que duran tres horas, que a veces durante 15 minutos no pasa nada. Igual que en mis sets. Me gusta porque, a la gente que no le gusta lo que yo hago, me dicen: “No, Cattaneo te duerme”. QUIERO QUE NOS DEJES UNA PREGUNTA PARA EL SIGUIENTE ARTISTA QUE VENGA. ¿QUÉ PREGUNTA LE HARÍAS, SIN SABER QUIÉN SERÁ? Una pregunta que se la hago siempre a todo el mundo: ¿cuál es su disco favorito? Porque soy muy curioso y uno así siempre aprende. Sobre todo si le preguntás a DJs o a gente que se dedica a esto y sabe. No todos te dicen un disco que conocés. Muchas veces te dicen un disco que no conocés, pero si alguien lo eligió número uno como para mí es Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, tenés que salir corriendo a escucharlo. Merece esa posición. Así que le preguntaría eso, al que sea que sea: Cattaneo quiere saber cuál es tu disco favorito de todos los tiempos. Uno solo. TE VI CERRANDO EL ESCENARIO EPSI EN EL AÑO 2006. ¿QUÉ RECUERDAS DE AQUELLA ÉPOCA Y DE AQUELLOS AÑOS DE ESTE FESTIVAL EN ESPAÑA? ¿CÓMO HAS VISTO LA PROGRESIÓN DE UN PÚBLICO QUE, EN ESE MOMENTO, CASI NO TE CONOCÍA, A TENER AHORA TANTÍSIMOS FANS AQUÍ? Mirá, me acuerdo que esos años en España no eran tan fáciles para mí, porque claramente te dabas cuenta de que la gente estaba acostumbrada a música más fuerte y más rápida que la que ponía yo. Si bien percibía cariño, y siempre me trataron bárbaro a nivel personal, después venía el momento del set y yo me iba… no sé si triste, pero decepcionado. Sentía que mi música no alcanzaba: sí, estuvo bien, pero la gente quería más. Después, apareció un grupo de chicos que se llamaban Barriza, era un foro. Para mí fue una ilusión enorme, porque eran 15 o 20 chicos determinados a hacer crecer este sonido en España. Cuando sabés que vas a poner un track y tenés ahí
RkJQdWJsaXNoZXIy Mjk4NzM=