029 ¿TE IMAGINAS UNA IBIZA SIN CLUBS? He intentado imaginar una isla sin clubs y la verdad, es un poco complicado. Estaría muy bien tener un ocio controlado y hasta ahora lo ha estado, pero lo que no podemos dejar es que se nos vaya de las manos. Además no nos puede molestar que llegue gente a la isla porque se ha vuelto una isla de moda. Vivimos de ellos, que no se nos olvide. El ocio tiene que estar porque es parte de nuestro ADN, de nuestra esencia. Somos un modelo que han intentado imitar en muchos destinos turísticos, y por una serie de factores externos o internos, no lo consiguen. Ya que lo tenemos nosotros, vamos a cuidarlo, pero también a respetarlo un poco, no a “cortar cabezas” de esta manera sin sentido. ¿QUIÉN ES EL PRIMER DJ QUE VISTE PINCHAR? Erick Morillo en la radio. Vi a Erick Morillo y flipé. Ponía los TDJ boca abajo, hacía un poco de show, lo aguantaba con el brazo y mezclaba. Yo no entendía nada. Cuando vi a un artista así, flipé en colores. En club, a Richie Hawtin. Vi a Richie en un Cocoon y me flipó también, increíble. En ese momento no me nació el “yo quiero ser DJ”, era muy joven. Me surgió esa idea con Luciano en el primer Ushuaïa, en Beach Club. Ese día sí que dije, tengo que aprender a pinchar, tengo que generar o tengo que hacer que las personas vibren con mi música, como me ha hecho vibrar este hombre hoy aquí. Y ahí empezó todo. ¿CUÁNDO FUE LA PRIMERA VEZ QUE EMPIEZASTE A SENTIR QUE TENÍAS UN HUECO AHÍ? Sobre todo cuando hacía los directos de radio, me fijaba mucho en cómo trabajaban todos los DJs. Tuve un recorrido de bares, de sitios donde me dejaban poner un ratito de música durante muchos años, y esa ha sido mi escuela. Ir a sitios donde no había nadie, donde la gente estaba cenando, hacerme sesiones de 4 o 5 horas en un hotel... A partir de ahí, pues hice el debut. Camilo Franco me invitó a Space, que él era residente y tenía su propia fiesta “Camilo Franco & Friends”, y me invitó a pinchar a la Sunset Terrace. Ese día me vi pinchando en Space y dije, esto va en serio. Luego Cal Cox utilizaba la Red Box, era la sala pequeña de arriba, y más tarde el salón, donde invitaba a gente local. Cal Cox tenía una cosa que no tenían otros y era que utilizaba las salas pequeñas para la gente de aquí. Ahora lo está haciendo [UNVRS] también en el Wild Comet y en el Bunker. ¿CUÁL FUE TU PRIMERA EXPERIENCIA CON LAS DISCOTECAS DE LA ISLA? Mi primera experiencia fue en Pacha, en Navidades siempre habían fiestas solidarias donde podían ir niños. Tenía 12 o 13 años, cuando entré con mi padre porque actuaba Rebeca, la de Duro de Pelar. Debía ser el año 94/95 cuando se puso de moda su hit y vino a actuar a Ibiza, a mí me encantaba escuchar esa canción en casa. No entré dentro del club, pero estuve ahí entre bambalinas escuchando el concierto. Y la que más me impactó, y donde descubrí la música electrónica, fue en Sa Pedrera en un concierto de MTV con Faithless, tendría 15 o 16 años. Mi padre me dijo “te voy a llevar a un sitio impresionante”. Recuerdo que la carretera era una locura, que había una masificación increíble de gente. Todo lo que era el acantilado estaba lleno y había una superproducción de stage. Me acuerdo con el “I can’t get no sleep” se me pusieron los pelos de punta, lo recuerdo como si fuera ayer. Fue la primera toma de contacto real que tuve con la electrónica y fue increíble. ¿Y TE GUSTABA ANTES DE ESE DÍA LA ELECTRÓNICA? Sí, mis padres estaban en la radio y las promos antes llegaban en formato singles o un poco más tarde los CDs y entonces mi padre me guardaba los Máquina Total o los Max Mix y me los traía todos a casa. Era música de la ruta, sobre todo. ¿CREES QUE ES POSIBLE NACER, CRIARSE Y CRECER EN IBIZA Y QUE NO TE GUSTE LA MÚSICA ELECTRÓNICA? Sí, claro, puede ser. De hecho, demis compañeros de clase o demis amigos de la isla, te diría que la electrónica le gusta a un 20%. Nacer en Ibiza no tiene por qué ser obligatorio ir a las discotecas o que te guste lamúsica electrónica. Incluso hay mucha gente que la rechaza. Ahí es donde entro en debate conmis amigos que no están de acuerdo con lamúsica electrónica y que siempre hablan de ruido o de descontrol. Muchas veces yo les invito y les digo: “oye, ¿por qué no venís una noche conmigo y veis que no hay tanto descontrol?” Que el descontrol no sucede en los clubs, que sucede en la calle, en lugares donde no tendría que haber fiestas y sí que hay, y los ruidos en núcleos urbanos son porque hay bares que se han pasado decibelios... Lo que no podemos es ser intolerantes y cerrar los ojos ante lo que nos ha hecho internacionalmente conocidos en todo el mundo. Tenemos mucho patrimonio, muchos valores culturales, pero la música electrónica es parte de nuestro patrimonio también.
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