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Una historia de resilencia. Vivimos una época en la que el vinilo está de moda, este formato vive una segunda juventud esplendorosa ya que ha logrado el calificativo de producto de culto, una definición que le otorga una pátina especial. Tener en un tu casa una estantería repleta de vinilos es lo más cool que puede haber, una forma de expresar tu amor por la música que lleva implícita uno de los rituales más elegantes que existen: coger una portada, examinarla con admiración, sacar el vinilo de su funda con cuidado, colocarlo con delicadeza en el plato y dejar que la aguja se pose en él para que comience la magia. ¿Existe algo más bello que esto? No creo. Ahora es muy fácil subirse al carro, cuando la ola ya está formada es sencillo surfear sobre ella, por eso cada vez se abren más locales de ventas de vinilos en todas las ciudades. Sería injusto olvidarse de los pioneros, de los resilentes, de aquellos que iniciaron esta labor por pura pasión dejando a un lado cualquier aspiración económica. Una de esas tiendas que se ha convertido en leyenda por meritos propios es Tech On Records, un espacio, creado por Horacio Cruz, que luchó y sigue luchando desde Granada por ofrecer la calidad de sonido y la mística que solo un vinilo puede conseguir. 012 Era el año 1999 y Horacio comenzó a comprar sus primeros paquetes de vinilos para venderlos posteriormente desde su estudio o desplazándose a casa de sus amigos para ofrecerles novedades y clásicos atemporales de la música electrónica. En un principio Horacio no tenía pensado crear una tienda al uso, pero cada vez acumulaba más material y estaba en contacto con tiendas y distribuidoras haciendo de intermediario con sus colegas DJs. Ante esta situación, el siguiente paso era lógico, así que en el año 2000 abrió su primer local bajo el nombre “Tech On Records”, el mismo nombre de su promotora, con la que realizaba las fiestas techno más estimulantes de Granada. Al principio Horacio se embarcó en esta aventura en solitario, pero cuando la maquinaria comenzó a funcionar contrató a su primer empleado, su amigo y compañero de cabina Chema C-System. No hay que olvidarse de otros personajes que ayudaron en el desarrollo de la tienda, como Fernando “Brome” y Álvaro que pusieron su granito de arena en la expansión del proyecto. “Aquellos fueron tiempos de mucho aprendizaje, risas y grandes momentos, la tienda tenía una cabina para pinchar y grabar las sesiones en directo, vendíamos discos haciendo las escuchas por teléfono y a veces la tienda parecía una discoteca. También vendíamos material de Dj y para productores, no te sabría decir la cantidad de Technics que vendimos... Era una maravilla ver en aquellos tiempos el respeto y pasión por el djing que había”, nos comenta Horacio Cruz. Aunque la historia de “Tech On Records” es una historia de éxito, su camino estuvo lleno de zancadillas y de obstáculos que Horacio logró superar a base de persistencia y fe ciega en el producto. No hay que olvidar que en aquellos años las ventas de vinilos habían bajado empicadas, pero su amor incondicional por este formato le llevó a nunca tirar la toalla aunque en muchos momentos este proyecto empresarial no era rentable.

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