TIME LOST:

SORAYA ARNELAS: «PODER ESTAR EN LA MECA DE LA MÚSICA ELECTRÓNICA PARA MÍ ES COMO IR A UN SITIO DE CULTO, VENIR A IBIZA ES COMO REZAR».

¿QUÉ REPRESENTA ILÚMINA, TU NUEVO ÁLBUM, EN ESTE MOMENTO DE TU CARRERA?

Justo ahora estoy cumpliendo 20 años en mi carrera y siento que es un ejercicio de introspección a todo lo que llevo haciendo, a todo lo que he trabajado en estos años. Es una nueva búsqueda para proyectarme en los próximos, espero, 20 años si la salud me lo permite, ojalá.

Ahora se trata de saber de dónde venimos para construirnos de nuevo y proyectar todo esto hacia el futuro. Ilúmina es, para mí, el mejor álbum de mi carrera. Estoy en un momento en el que estoy en plena consonancia con quién soy, gracias a la experiencia de estos años.

Sé lo que quiero, sé cuál es mi música, conecto directamente con lo que me hace feliz. No tengo por qué aceptar cosas que no me gustan porque el mercado lo plantee, conmigo no va lo de las modas. A veces toca ir contracorriente y estoy en un momento en el que no me importa lo que diga el mercado. Importa lo que ellos sientan en ese momento y por eso viene Ilúmina.

Yo creo, de todas maneras, que el público sabe cuando hay esencia en los proyectos; eso se nota, se palpa energéticamente. En este proyecto, desde que compongo hasta que produzco, estoy absolutamente en todos los departamentos de Ilúmina, en todo lo que lo conforma. Y creo que el público lo va a poder notar.

TU RELACIÓN CON LA MÚSICA ELECTRÓNICA NO ES NUEVA, ¿QUÉ TIENE ESE SONIDO QUE SIEMPRE TE HA ATRAÍDO?

El sonido de Dreamer, el sonido de Universe in Me y el sonido de Ilúmina es una conexión directa con lo que me hace feliz. De hecho, todo esto viene de cuando, en esa época en la que empiezo a salir de fiesta los fines de semana en un pequeño pueblo de Extremadura, que es de donde yo vengo. La única motivación que tenía durante toda la semana era que llegara el fin de semana para salir a bailar. A mí siempre me encontraban en las discotecas, en los pódiums, con mi botella de agua, completamente levitando a través de la música electrónica.

Lo que más me hacía feliz era bailar y sentir el poder de la música de baile. A lo largo de estos 20 años de carrera ha habido momentos en los que he conectado con mis sentimientos de madre, con el amor, con el desamor… pero fíjate qué casualidad: cada vez que he conectado con lo que realmente me hace feliz, que es la música electrónica, he tenido momentos de brillo.

La música electrónica me ha permitido vivir momentos muy esplendorosos que me han hecho muy feliz. Y es que, efectivamente, la música de baile me hace muy feliz. Entonces, estoy en conexión directa con lo que amo profundamente.

¿DÓNDE COMIENZA TU RELACIÓN CON LA ELECTRÓNICA? ¿HAS SIDO CLUBBER?

En realidad todo empieza mucho antes, y la culpa de todo esto es de mi padre. Mi padre, amante de la música y de los vinilos. Me acuerdo de que tenía sus cantantes favoritos. De hecho, es un hombre que no habla idiomas, pero escuchaba mucha música anglosajona. Le gustaba el sonido del New Age, le gustaban cosas diferentes para un hombre de pueblo, y la verdad es que a mí me sorprendía.

Yo siempre he echado la culpa, buenamente,  a mi padre, porque me acuerdo de que era valiente. Más allá de los álbumes de artistas, él siempre me ponía recopilatorios. Y en esos recopilatorios, en aquella época, había música muy alternativa, pero también muy futurista. Había un poco de todo, y eso me permitía escuchar los sonidos que ya conocía, pero también descubrir nuevos.

Y a través de esos recopilatorios de mi padre empecé a escuchar música de baile. Obviamente, imagínate: finales de los 80, principios de los 90, una época muy álgida para la música de baile. Fue ahí donde empecé a conectar emocionalmente y a nivel de vibración con la música de baile, gracias a esos recopilatorios de vinilo de mi padre.

¿PODREMOS LLEGAR A VER A SORAYA COMO DJ Y CANTANTE?

No te voy a mentir: yo tengo el curso de DJ hecho, lo hice, y en mi casa tengo una mesa, pero la dejo para cuando vienen mis amigos. Yo nunca he pinchado en serio. Soy consecuente con lo que creo que es el don que Dios me ha dado. Yo creo en Dios, y creo que Él me dio la voz y me dejó incluso componer. Hasta ahí. Admitamos nuestras limitaciones, ¿no?

Como DJ tengo buen gusto, porque escucho mucha música y tengo cultura musical, pero no me llevo bien con los artefactos y los dispositivos electrónicos. Dame un micrófono. Yo me quedo con el micro; a cada uno, lo suyo.

¿QUÉ VALORAS DE TRABAJAR CON NUEVAS GENERACIONES EN TU MÚSICA?

Rodearme de gente que viene con olfato de innovación y de frescura. Me rejuvenece, me pone a prueba y me da una vuelta de tuerca. Yo soy muy curiosa, no me gusta estancarme. Me gusta estar en contacto con gente nueva porque ellos son los que te hacen evolucionar, te quitan esas telarañas. Tengo gente buenísima dentro de este nuevo álbum como Bengro o Fectro; la mayoría no pasan de los 25 años, aunque algunos sí tienen experiencia como DJ, como Afra, que es un gran productor y DJ, que pincha en Space of Sound en Madrid y que lleva el ritmo afro en las venas.

Pero también es verdad que traigo jóvenes que, sobre todo, no tienen compromiso con nada más que con sus propias esencias. Y justamente así es como yo me siento ahora mismo: hacen lo que realmente les nace. Me gusta la gente con personalidad, la gente que no se deja influir por lo que les rodea, que es auténtica. Y eso es lo que he querido hacer en este álbum: gente que, como yo, estemos en la misma onda y en la sintonía de “queremos aportar algo nuevo”.

A veces no se consigue, porque dentro de la música electrónica siempre hay un sentimiento de añoranza, de recuperar sonidos remember. Pero dentro de ese remember, dentro de esa añoranza, construimos sobre algo que ya nos produce un sentimiento, pero mirando hacia el futuro. Y así vivimos, en esa constante de ir de atrás hacia adelante.

EN EL SINGLE «YOU WILL SHINE» HABLAS DE AMOR, EMPATÍA Y LUZ EN TIEMPOS OSCUROS. ¿CÓMO NACIÓ LA CANCIÓN Y QUÉ QUERÍAS TRANSMITIR?

Pues es curioso, porque You will shine no era una canción para mí. Empezó siendo una base que venía ya creada por el DJ; se mete en el proyecto de

Pues es curioso, porque Within llega… y no era una canción que fuera para mí. Empezó siendo una base que venía ya creada por el DJ; se mete en el proyecto de Seiken y yo la escucho de rebote. No era para mí. La escuché y le pregunté a Seiken: “¿Este tema para quién es?” Me dijo: “Bueno, en principio ya está acogido, es para otra artista que lo va a grabar. Pero no tiene letra, no tiene melodía vocal… ¿a ti te gusta?”

Me lo plantearon y yo dije: “Me gusta no, me encanta”. No sé qué tiene esa base, pero me toca, me emociona, hay algo en ella que me gusta muchísimo. Les dije que me gustaría intentar crearle una melodía y una letra, si me lo permitían. “Sí, sí, venga”, me dijeron.

Me dejaron la base y en media hora saqué la letra y la melodía vocal. Lo grabé con el teléfono en mi casa, en mi habitación, encima de mi cama, y se lo envié a Seiken y a Essie. La respuesta fue automática: “OK, la tenemos. La canción está”.

Creo que era un tema que, por casualidad, me llegó por algo. Le pregunté a Essie qué querían, de qué debía hablar la canción dentro del proyecto. Ella me pidió, sobre todo, una canción que, en tiempos difíciles, te ayudara a brillar, a sacar lo mejor de ti. Y, de hecho, luego esa idea la plasmamos en el videoclip.

Tuve claro el concepto: quería una melodía vocal emocionante, escrita en tonalidad menor para tocar el alma, pero que a la vez te hiciera sentir alegre. Así que creo que ha quedado una letra motivadora, un videoclip estupendo. El proyecto es redondo y está gustando muchísimo. Yo estoy muy agradecida de que esa base me llegara sin querer queriendo.

¿CUÁL CREES QUE ES HOY EL PAPEL DE LA PISTA DE BAILE COMO ESPACIO DE COMUNIDAD?

Al final, yo siempre digo que la música es terapia. A través de la música nos comunicamos, soltamos; es una manera de curarnos, no solo cantando. Por eso digo muchas veces que es una responsabilidad subir a un escenario cantar y bailar o compartir nuestras canciones con el público, porque estamos tocando corazones. Somos un poco como médicos energéticos para la persona que nos está escuchando.

La escena de baile se convierte en una congregación de personas que quieren sentir, conectar, disfrutar, mostrarse a través del baile y de las vibraciones. Me parece algo muy sagrado. A mí la pista de baile me parece un lugar sagrado.

HAS TRABAJADO CON GRANDES NOMBRES Y SELLOS. ¿CÓMO HA INFLUIDO ESA EXPERIENCIA EN TU SONIDO ACTUAL Y EN ESTE ÁLBUM?

Siempre hay que rodearse de todo tipo de personas, sin encasillar y sin poner adjetivos. Creo que las relaciones humanas son maravillosas siempre y cuando uno sepa sacar lo mejor de cada momento, de cada aprendizaje. A mí me encanta mezclarme con gente muy diferente a mí. Creo que ahí está el secreto: el brillo de los proyectos aparece cuando mezclas a gente y, entre todos, conectamos, nos respetamos y nos admiramos.

A mí me ha pasado que, a lo largo de estos 20 años, he trabajado con gente muy popular, muy conocida, grandes estrellas, pero también con personas que estaban en los estudios, que no se les ve, que no se les escucha tanto, pero que tenían muchísimo que aportar. Ha sido tan enriquecedor estos 20 años. De verdad, ha sido increíble cruzarme con culturas completamente diferentes, con diferentes sonidos.

Porque yo creo que está muy bien idolatrar el purismo, está muy bien saber cuál es la base de todo, pero a mí lo que me gustan son las fusiones. Creo que lo que enriquece y lo que nos hace evolucionar son las fusiones.

¿QUÉ TRES PALABRAS DEFINIRÍAN EL ESPÍRITU DE «ILÚMINA»?

Wow! Ilúmina, es verdad, es esencia y la tercera palabra de Ilúmina sería brillo. No, mejor, la tercera palabra sería Ilúmina, porque hay que explicar qué es Ilúmina, ¿no?

Ilúmina es esa energía, ese brillo que emana tu cuerpo cuando conectas por fin con quién eres, cuando te aceptas, cuando estás en la línea de lo que has venido a hacer a este mundo. Yo creo que es esa esencia real. De repente, tu cuerpo irradia esa energía que todo el mundo ve y te dicen: “Wow, es que brillas. Estás en tu prime, estás en tu momento”. Eso es Ilúmina.

Es algo que no es tangible, pero que se siente. Por eso digo que Ilúmina al final es iluminarte a ti mismo. No podría definirlo de otra manera: es el resultado de esa conexión directa contigo.

¿DÓNDE IMAGINAS QUE SERÁN ESCUCHADAS POR PRIMERA VEZ LAS CANCIONES DE ESTE ÁLBUM?

Bueno, como toda la música, todo empieza en lo íntimo, como tiene que ser. Tú te vuelves fan de algo, te abanderas de algo desde lo íntimo, desde una necesidad vital, desde algo que te pasa y, de repente, recurres a la música como salvaguardia. Ese “voy a llorar con esta canción” o “voy a bailar esta canción hasta cansarme y sacarme todo lo que llevo dentro”. Todo nace de una necesidad vital. Empieza en lo privado.

Luego, cuando esa canción o ese álbum se vuelve tu banda sonora, se lo pides a un DJ, ese DJ entra en esa onda y, cuando empieza a hacerse más masivo, lo piden los festivales. Yo creo que hay una evolución y un crecimiento.

Pero lo principal es que las personas que escuchen Ilúmina lo sientan; que esa canción o ese álbum se vuelva su banda sonora. Y que poco a poco Ilúmina vaya creciendo energéticamente en las masas y, al final, se vuelva viral, se vuelva grande. Pero todo lo bonito empieza de la necesidad de uno.

¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI IBIZA?

Ibiza es la Meca de la música electrónica. Es el sueño de cualquier persona a la que le guste la música electrónica. Ibiza, como isla, tiene algo… Yo lo siento cada vez que vengo. Energéticamente la noto con una vibración diferente, especial. Reúne a mucha gente puntualmente y se queda mucha energía residual en esta isla, una energía de vibración alta: gente que es muy feliz, gente que viene feliz y que disfruta. Toda esa energía residual se queda en el suelo de Ibiza.

Cuando pisas Ibiza, sientes una energía muy especial. Y para mí, Ibiza han sido siete años en los que he estado aquí como vocalista en varias discotecas, entre ellas Amnesia y Space. En las mejores fiestas me he rodeado de grandes DJs, de los que he podido disfrutar sus sets, sus escenas; siempre envuelta en esa música de baile que me hace vibrar, que me hace levitar y que me hace tan feliz. Así que poder estar en la Meca de la música electrónica, para mí, es como ir a un sitio de culto. Venir a Ibiza es casi rezar.

¿CÓMO FUE TU PRIMERA VEZ EN IBIZA?

Yo llegué a Ibiza de la mano de Brian Cross, a una fiesta que se llamaba Popstars, que hacíamos en Amnesia, todo esto profesionalmente. Es verdad que mis mejores recuerdos en Ibiza vienen de ahí. Desafortunadamente he venido poco por ocio; me hubiera gustado venir más de vacaciones, pero sí he venido mucho por trabajo. Imagínate, una chica que empieza en el mundo de la electrónica, tener la posibilidad de venir a cantar aquí cada sábado en Amnesia, que es uno de los grandes templos de la música electrónica.

Me acuerdo de salir al escenario y cantar ante un público completamente diverso, que no me conocía mucha gente, pero unirlos a todos bajo una canción, era poder realizar un sueño. Porque poder cantar en una escena en Ibiza era un sueño, y lo hice, como te digo, en Amnesia y dentro de Popstars, que era la fiesta de Brian Cross.

Luego, yo creo que todo encajaba, porque cuando empiezo en la música electrónica fue con Live your Dreams, que hice con Antoine Clamaran, el DJ Antoine Clamaran. Con aquel tema fuimos número 1 en Francia. De hecho, la música electrónica siempre me ha traído momentos que yo no esperaba en mi carrera. Tuve la suerte de entregarle el premio Revelación a Avicii en Mónaco, en 2010 o 2011. He podido estar en el mismo set que Hardwell, por ejemplo.

Para mí, Ibiza y la electrónica, cada vez que conecto con ello me han dado los mejores momentos de mi vida. Así que, bueno, Ibiza y la música electrónica, para mí, son una conexión directa con la felicidad.