TIME LOST:

DJ’s QUE NADIE QUIERE VER… Y LOS ENCUENTRAS EN LOS LINE-UPS.

Hoy queremos hablar del extraño caso de artistas que nadie quiere ver, pero que te los encuentras en los carteles de clubs y festivales.

No hablamos de artistas residentes. Tampoco de esos artistas que saben hacer un buen trabajo para el warm up (que, aunque son pocos, los hay). Tampoco hablamos del caso de artistas emergentes que, teniendo aún poco público, por su trabajo en el estudio están empezando a tener oportunidades. Hablamos de esos casos de artistas que llevan años y años en carteles y te preguntas por qué, ya que ni tú ni nadie que conoces quiere verlos.

Si nadie quiere ver a estos artistas, ¿cómo puede ser que estén en carteles de eventos importantes? ¿Cómo puede ser que no se le dé oportunidad a otros que se lo están ganando con trabajo y ocupen ellos estos slots? La pregunta es clara: ¿por qué?

Gracias a las redes sociales, hoy en día es más fácil identificarlos, ya que en muchas ocasiones hay ciertos eventos, marcas o clubs en los que son habituales. Y como tantas veces hemos hablado, hoy en día —o puede que esto haya sido así siempre— en la música electrónica ha bastado con ser “colega”, “amigo” o, simplemente, “interés”: algo que tú le das a la otra persona y esa persona te devuelve, para conseguir posicionarte en este rol.

¿Cuántas oportunidades debería tener un artista si no está consiguiendo respuesta del público?

Creemos que los más perjudicados con este tipo de situaciones son los artistas emergentes, que podrían estar teniendo actuaciones merecidas y que, por no estar en la posición de estos artistas, no las consiguen.

Otro punto para entender por qué existe esta figura —“la del DJ que nadie quiere ver y lo ves”— está en el poder que los «headliners» y su agencia ejerce, que muchas veces te pueden “obligar” o forzar a meter determinados artistas para que puedas conseguir al artista que deseas, ya que crees que ese sí te venderá tickets. Podríamos explicarlo como una fórmula matemática para que así puedas “resolverlo” si te toca de cerca:

Fórmula 1 (la regla base del peaje)
Si quieres a X (el artista que sí quieres), te cae Y (el que nadie pidió) en el lineup:
X ∈ L ⇒ Y ∈ L

Traducción: si entra X en el cartel, entra Y sí o sí.

Cómo se ve esto en la vida real:

“Si quieres a X, mete también a Y.”

Y aquí está el truco: Y no está ahí por demanda; está ahí porque funciona como moneda de cambio. Es el peaje que pagas por acceder al nombre que de verdad quieres.

El peaje no es solo dinero: también es un slot robado. El coste real no es únicamente lo que pagas por Y. Es lo que pierdes al meterlo:

  • Un hueco menos para un emergente que sí está currando y sí conecta.

  • Un warm up menos coherente (o un segundo slot que podría levantar la noche).

El fichaje de X no cuesta solo “la fee de X”; cuesta X más lo que te obligan a tragar:
C_real(X) = C(X) + ∑ C(Y_i)

Traducción: X te sale más caro porque viene con acompañantes obligatorios.

Por eso existen los DJs que “nadie quiere ver”: porque no compiten en el mercado normal (el de “te elige el público”), compiten en otro: el de relaciones, paquetes y accesos. No entran por ser imprescindibles en la cabina, sino por ser imprescindibles en la negociación.

“No están en el lineup porque los quieran. Están porque venían con la compra.”

¡Y ojo! Esto es importante: en muchas ocasiones, el artista que te tienes que comer sin quererlo es un artista de calidad; un artista con futuro prometedor; un artista al que el headliner está ayudando de verdad. Pero, desgraciadamente, otras veces no es así. Y esas son las situaciones que hay que eliminar de esta industria entre todos.

El misterio del DJ inmune: da igual la respuesta del público, siempre aparece en mid-lineup (ni abre ni cierra).

Está claro que esta figura es la de un artista cuyo contenido es más “backstage” que música. Lo podrás encontrar en el backstage de eventos y se ha tomado muy a pecho la frase de que “hay que estar” y que hay que hacer contactos en la industria. Pero, como decíamos, lo hace en realidad por flojera: porque donde hay que trabajar para los próximos bolos no es aquí, es con la música.

¿Por qué no reservar un % fijo a locales/emergentes?

Y que todas las partes de esta industria ayudaran y fueran transparentes para así conseguir dar oportunidades a artistas que trabajan en la música al 100%.