EN IBIZA SE RESTRINGE LA MÚSICA, EN AMSTERDAM SE CIERRA UNA AUTOPISTA PARA CELEBRAR UNA FIESTA.

En Ibiza, los chiringuitos ya no suenan como antes. Las nuevas restricciones municipales han puesto límites estrictos a la música en la playa, generando malestar entre quienes viven del turismo y también entre los visitantes que buscan el ambiente festivo de siempre. Lo que antes era parte del encanto de la isla, Benirràs o Sa Trinxa por ejemplo, ahora se ve como un problema de convivencia y ruido.

Y mientras que en la isla blanca se bajan los decibelios, en otras ciudades de Europa, como Ámsterdam, las calles se abren para celebrar.

Hace unos días, Ámsterdam vivió un momento histórico al cerrar aproximadamente 15 kilómetros de la autopista A10, una de las vías más transitadas de la ciudad, para transformarla en un espacio de celebración. El motivo: los 750 años de la capital neerlandesa, conmemorados a lo grande mediante el Op de Ring Festival, una serie de actividades organizadas por instituciones culturales, autoridades locales y, lo más importante, su propia gente.

Entre las propuestas más vibrantes estuvo Highway Rave, un evento de música electrónica liderado por la promotora Audio Obscura, conocida por tomar espacios no convencionales para sus fiestas. Durante más de nueve horas, miles de personas bailaron al ritmo de DJs locales en plena autopista A10 Zuid, transformada en un inesperado pero perfecto dancefloor.

El cartel fue una verdadera sorpresa: M-High (referente del high tech minimal) en un b2b con Michel De Hey, la elegancia de Joris Voorn, los viajes sonoros de Young Marco y la energía de Benwal, entre otros. Aunque el esperado Armin van Buuren no pudo asistir, el cierre quedó en manos de Benwal, quien originalmente haría un b2b con el legendario DJ.

Un dato curioso: el lineup y horario del evento se reveló recién al día siguiente, lo que hizo que los asistentes se dejaran llevar por la experiencia y la conexión con el momento, sin expectativas prefijadas.

¿Te imaginas algo asi en España?