TIME LOST:

ESTHER CHAN: «PARADISE ES MÁS QUE UNA FIESTA, ES UNA FAMILIA»

Hola Esther, muchas gracias por esta entrevista. ¿Cómo va tu verano?

¡Hola Jonathan, gracias por invitarme! Mi verano va muy bien. Estamos en agosto, así que hace mucho calor y hay muchísimo trabajo, pero también mucha diversión.

Mientras la mayoría está de vacaciones, tú estás en el pico de la temporada. ¿Cómo lo llevas?

Mi trabajo me mantiene ocupada la mayor parte de la semana. Intento mantener una rutina, así me concentro en cumplir con mis tareas y no en las muchas distracciones maravillosas que ofrece Ibiza.

Antes de hablar de ti, hablemos un poco de Paradise. Se han mudado al otro lado de la carretera, de San Antonio a UNVRS, un proyecto súper ambicioso ¿Cómo ha sido el cambio?

¡Sí! Un cambio muy emocionante, y también una experiencia de aprendizaje. Básicamente estamos empezando de nuevo, conociendo el nuevo espacio, trabajando con un equipo totalmente distinto: desde el team de artistas hasta el de seguridad. Ya conocía a algunas personas antes del cambio a UNVRS, lo que fue divertido porque son amigos míos, pero todavía estoy conociendo a todos y construyendo relaciones. Es un proceso, y no siempre es fácil ni tan rápido como una quisiera, pero han sido geniales y un placer trabajar con ellos. UNVRS es un lugar increíble, hay mucho que ver y experimentar. Paradise está funcionando muy bien allí, ¡cada semana mejora!

Todo el mundo habla maravillas de la fiesta — sold out tras sold out — ¿cuáles son las claves de ese éxito?

Paradise siempre ha tenido una vibra de familia y amigos. Queremos compartir la emoción y hacer que todos se sientan parte. Nos enorgullece nuestra hospitalidad y el hacer que la gente se sienta involucrada. Por supuesto, uno de los mayores factores de éxito son los line-ups increíbles… y Jamie Jones, por supuesto.

Triunfaron en DC-10, en Amnesia y ahora en UNVRS. ¿Dónde está el límite?

Acabamos de hacer nuestro primer festival Paradise en Londres este mes, lo cual fue un logro increíble, así que creo que está claro que seguimos empujando los límites. Hubo 4 escenarios, 27 DJs, un set de Jamie con throwback a 2010 y una actuación en vivo de Ali Love. ¡La energía del público fue una locura! Me encantaría hacer más shows en diferentes ciudades del mundo, llevar Paradise a otros lugares.

Hablemos de ti y tu rol en Paradise. ¿Podrías explicarnos tus funciones?

¡Por supuesto! Mi rol diario en Paradise es coordinar todo lo relacionado con los artistas que tocan cada semana. Actualmente tenemos tres salas operativas en UNVRS y alrededor de 12 o 13 artistas por semana. Me aseguro de que todo funcione sin problemas: traslados, horarios de sets, riders técnicos y de hospitalidad, soundchecks, cenas de artistas, listas de invitados, crew, contactos del día del show, coordinación del pre-party en Mambo’s… y todo lo que surja entre medio.
También trabajo en toda la operación del evento: necesidades de producción (como conseguir neones o decoraciones personalizadas), logística para bailarines y equipo de contenido, y organización del merchandising, que siempre es emocionante de ver cada año. Luego, trabajo en el club durante la noche junto a nuestro increíble equipo de Paradise — sin ellos no podría hacerlo. Nos encargamos de recibir y atender a los artistas, invitados y asegurarnos de que todos lo estén pasando genial.nEn los eventos internacionales de Paradise, lamentablemente no puedo asistir a todos, pero también coordino la logística y el avance con el equipo que los produce. Este año tenemos Paradise en Puglia, Creamfields UK, ADE Amsterdam, Nueva York y Los Ángeles.

Para todo lo que acabas de describir, debes ser una persona muy organizada. ¿Cómo gestionas tu tiempo?

Mi super poder es poder hacer varias cosas a la vez y dividir mentalmente todos los trabajos que tengo que hacer. Así no me saturo y puedo calcular cuánto tiempo necesita cada tarea. Intento tener un horario de oficina normal cada día frente al ordenador, aunque en los meses más intensos eso se alarga. Cada miércoles estoy despierta 24 horas seguidas… por eso es clave saber desconectar después de un día tan largo.

En tu relación con los artistas, ¿te lo ponen fácil? ¿Suelen tener excentricidades o son personas normales con necesidades comunes?

Muchos de los artistas que tocan en Paradise ya son mis amigos. Nos conocemos desde hace muchos años, así que la comunicación es muy fluida. Sé lo que la mayoría pide en su rider, cómo les gusta tener las cosas o con qué equipo viajan, lo que nos permite ofrecerles una experiencia más personalizada. Son personas normales con las mismas necesidades, aunque después de tantas horas de viaje y falta de sueño, es lógico que algunos necesiten un poco más de cuidado al llegar.

En tu trabajo, ¿qué es lo más gratificante y qué sería tu peor pesadilla?

Lo más gratificante es saber que formo parte de un evento al que miles de personas vienen cada semana a disfrutar, soltarse y bailar. Ver todo el proceso, desde la planificación hasta el montaje final, sentir orgullo del equipo y ver las reacciones del público… eso no tiene precio.
Mi peor pesadilla sería que algo saliera mal sin estar preparada para ello. Afortunadamente eso casi nunca pasa, pero también hay que recordarse que a veces las cosas simplemente ocurren, y si no están bajo tu control, hay que dejarlo ir.

Desde fuera, da la impresión de que Paradise es más una familia que una empresa. ¿Estás de acuerdo?

Totalmente. Somos una familia. Hablo con mi equipo casi todos los días. No siempre estamos de acuerdo, pero si surge un problema, lo resolvemos juntos. Hemos reído y llorado… a veces en la misma conversación. Es una dinámica única de trabajo y me siento afortunada de formar parte de ella. Tengo un equipo que me apoya y en el que puedo confiar.

Antes de trabajar en producción, fuiste asistente personal de Jamie Jones. ¿Cómo fue ese trabajo?

Fui la asistente de Jamie durante unos siete años. Fue un trabajo muy gratificante por el que estoy súper agradecida. Aprendí muchísimo — nuevas habilidades, conocimientos sobre la industria y sobre cómo trabajan los artistas. Era un rol que no había hecho antes, así que aprendí sobre la marcha. Trabajé en diferentes áreas del trabajo y empresas de Jamie, lo que a veces era exigente, pero me enseñó a trabajar bajo presión, cumplir plazos y ser más organizada. Tuve la oportunidad de vivir en distintos países y viajar por Europa de gira con él un verano, lo que me dio una mejor perspectiva de las necesidades del artista y de lo agotador que puede ser. Ser su asistente me enseñó a fijarme en los pequeños detalles que pueden hacerle la vida más fácil a alguien, crear atajos, recordar cosas clave.

¿Qué cualidad destacarías de Jamie como jefe?

Jamie tiene una gran atención al detalle. Ve cosas que otros no notan a primera vista, y creo que eso es parte del éxito de Paradise y de por qué destaca como marca. Siempre estuvo dispuesto a enseñarme con paciencia. Por ejemplo, durante la pandemia me enseñó a buscar, comprar y ripear vinilos, algo completamente nuevo para mí y que me encantó aprender.

Hablemos de Ibiza: ¿cuándo visitaste la isla por primera vez y qué te hizo enamorarte de ella?

Visité Ibiza por primera vez en 2012, y fue una experiencia muy diferente a la de ahora. Me quedé en el Ibiza Rocks Hotel y fui a ver a Eric Prydz, Tiësto, Cream Ibiza y Together en Amnesia. Luego, en 2016, empecé a venir cada verano trabajando para Jamie. Ibiza tiene una energía innegable que siempre te hace volver. Me encanta que haya tantas cosas por hacer, es una isla hermosa con playas increíbles. Puedes estar en plena naturaleza y luego salir de fiesta en un superclub con miles de personas.

Más allá de la música electrónica, ¿qué otros estilos escuchas?

En realidad, casi nunca escucho electrónica en casa o mientras trabajo. Creo que ya tengo suficiente en los shows de Paradise (risas). Me encanta el EDM, pero normalmente escucho pop, R&B o música acústica… algo que pueda cantar, eso me hace feliz.

Para Esther Chan, la música electrónica es…

Una forma de expresarte, ya sea bailando, cantando, conectando con otros, soltando un mal día o celebrando uno bueno. Creo que todo vibra en una frecuencia, y por eso nos sentimos tan naturalmente atraídos por la música.