TIME LOST:

ANNA TUR: «HE INTENTADO IMAGINAR UNA ISLA SIN CLUBS Y LA VERDAD, ES UN POCO COMPLICADO. VIVIMOS DE ELLO, QUE NO SE NOS OLVIDE.»

Eres de las pocas artistas que son nativas 100% de Ibiza. ¿Cuáles son los primeros recuerdos de la isla que te vienen a la cabeza?

Me gusta esa pregunta porque voy a romper un tópico. Los ibicencos de pura cepa, siempre hemos tenido un respeto muy especial a esta isla. Cuando eres pequeño es un lugar que te da un miedo porque se contaban muchas historias. Siempre alguien tenía una historia en torno a Es Vedrà y me daba como pavor acercarme demasiado allí.

También el tema de los ovnis, decían que aterrizaban allí y sucedían cosas. Es muy mitológica. Era un lugar donde a mí no me hacía gracia acercarme de pequeña hasta que ya entendí que eran cuentos e historias de aquí. Pero yo no se las voy a contar a mi hija.

¿Cuál fue tu primera experiencia con las discotecas de la isla?

Mi primera experiencia fue en Pacha, en Navidades siempre habían fiestas solidarias donde podían ir niños. Tenía 12 o 13 años, cuando entré con mi padre porque actuaba Rebeca, la de Duro de Pelar. Debía ser el año 94/95 cuando se puso de moda su hit y vino a actuar a Ibiza, a mí me encantaba escuchar esa canción en casa. No entré dentro del club, pero estuve ahí entre bambalinas escuchando el concierto.

Y la que más me impactó, y donde descubrí la música electrónica, fue en Sa Pedrera en un concierto de MTV con Faithless, tendría 15 o 16 años. Mi padre me dijo te voy a llevar a un sitio impresionante”. Recuerdo que la carretera era una locura, que había una masificación increíble de gente. Todo lo que era el acantilado estaba lleno y había una superproducción de stage.

Me acuerdo con el I cant get no sleep” se me pusieron los pelos de punta, lo recuerdo como si fuera ayer. Fue la primera toma de contacto real que tuve con la electrónica y fue increíble.

¿Y te gustaba antes de ese día la electrónica?

Sí, mis padres estaban en la radio y las promos antes llegaban en formato singles o un poco más tarde los CDs y entonces mi padre me guardaba los Máquina Total o los Max Mix y me los traía todos a casa. Era música de la ruta, sobre todo.

¿Crees que es posible nacer, criarse y crecer en Ibiza y que no te guste la música electrónica?

Sí, claro, puede ser. De hecho, de mis compañeros de clase o de mis amigos de la isla, te diría que la electrónica le gusta a un 20%. Nacer en Ibiza no tiene por qué ser obligatorio ir a las discotecas o que te guste la música electrónica. Incluso hay mucha gente que la rechaza. Ahí es donde entro en debate con mis amigos que no están de acuerdo con la música electrónica y que siempre hablan de ruido o de descontrol.

Muchas veces yo les invito y les digo: oye, ¿por qué no venís una noche conmigo y veis que no hay tanto descontrol?” Que el descontrol no sucede en los clubs, que sucede en la calle, en lugares donde no tendría que haber fiestas y sí que hay, y los ruidos en núcleos urbanos son porque hay bares que se han pasado decibelios… Lo que no podemos es ser intolerantes y cerrar los ojos ante lo que nos ha hecho internacionalmente conocidos en todo el mundo. Tenemos mucho patrimonio, muchos valores culturales, pero la música electrónica es parte de nuestro patrimonio también.

¿Te imaginas una Ibiza sin clubs?

He intentado imaginar una isla sin clubs y la verdad, es un poco complicado. Estaría muy bien tener un ocio controlado y hasta ahora lo ha estado, pero lo que no podemos dejar es que se nos vaya de las manos. Además no nos puede molestar que llegue gente a la isla porque se ha vuelto una isla de moda. Vivimos de ellos, que no se nos olvide.

El ocio tiene que estar porque es parte de nuestro ADN, de nuestra esencia. Somos un modelo que han intentado imitar en muchos destinos turísticos, y por una serie de factores externos o internos, no lo consiguen. Ya que lo tenemos nosotros, vamos a cuidarlo, pero también a respetarlo un poco, no a cortar cabezas” de esta manera sin sentido.

¿Quién es el primer DJ que viste pinchar? Ya fuera en persona, en un vídeo en internet, en un club…

Erick Morillo en la radio. Vi a Erick Morillo y flipé. Ponía los TDJ boca abajo, hacía un poco de show, lo aguantaba con el brazo y mezclaba. Yo no entendía nada. Cuando vi a un artista así, flipé en colores.

En club, a Richie Hawtin. Vi a Richie en un Cocoon y me flipó también, increíble. En ese momento no me nació el yo quiero ser DJ”, era muy joven. Me surgió esa idea con Luciano en el primer Ushuaïa, en Beach Club. Ese día sí que dije, tengo que aprender a pinchar, tengo que generar o tengo que hacer que las personas vibren con mi música, como me ha hecho vibrar este hombre hoy aquí. Y ahí empezó todo.

¿Cuál es la primera vez que empiezas a sentir que tienes un hueco ahí? Al final, estabas en la radio, tienes más contacto con los DJs… algo que en una sesión de un club sería imposible.

Sobre todo cuando hacía los directos de radio, me fijaba mucho en cómo trabajaban todos los DJs. Tuve un recorrido de bares, de sitios donde me dejaban poner un ratito de música durante muchos años, y esa ha sido mi escuela. Ir a sitios donde no había nadie, donde la gente estaba cenando, hacerme sesiones de 4 o 5 horas en un hotel… A partir de ahí, pues hice el debut.

Camilo Franco me invitó a Space, que él era residente y tenía su propia fiesta Camilo Franco & Friends”, y me invitó a pinchar a la Sunset Terrace. Ese día me vi pinchando en Space y dije, esto va en serio. Luego Cal Cox utilizaba la Red Box, era la sala pequeña de arriba, y más tarde el salón, donde invitaba a gente local. Cal Cox tenía una cosa que no tenían otros y era que utilizaba las salas pequeñas para la gente de aquí. Ahora lo está haciendo [UNVRS] también en el Wild Comet y en el Bunker.

Has pasado de aquella sala pequeña, a este verano 2025 en [UNVRS], pinchando mano a mano con Carl Cox. Sabemos que tienes una relación con él muy importante. ¿Que piensas de todo lo que ha pasado?

Pues me voy a poner a llorar, la verdad, me emociono porque me ha costado mucho ganarme un sitio en mi tierra. Me ha costado muchos años. El concepto que tenían en Ibiza de Anna Tur, donde me conocía todo el mundo por la radio, era de DJ Resident.

Tuve que dejar unos cuantos años de pinchar aquí para poder dejar a un lado esa connotación tan fuerte de residente que tenía, que me lo ha dado todo en un momento dado. Ha sido mi aprendizaje y en ese momento también mi freno.

¿Cuando estás pinchando ante una sala llena te detienes a pensar en el momento o es cuando llegas a casa que te das cuenta de lo que has vivido?

El momento previo lo vivo con una adrenalina increíble, no son nervios de inseguridad ni mucho menos, son emociones muy fuertes que me vienen al corazón, a la cabeza. Soy muy sensitiva, entonces siempre estoy muy pendiente de todo y escucho mucho mi cuerpo, mi cabeza y cuando voy desarrollando la sesión me conecto con la gente.

Hay unas personas que son para mí mis key people. Me hago una visión general del club y cojo a 5 o 6 personas de referencia y voy viendo cómo evolucionan durante mi set: sus gestos, su manera de bailar, de moverse. Cojo al más difícil, al más fácil y unos cuantos intermedios, chicos/as de diferentes edades. Es como aplicar un poco la sociología dentro de una sesión. Me encanta ver ese desarrollo y ese feeling, me genera muchísima felicidad.

Soy muy exigente conmigo misma y nunca me he premiado, y ahora siempre intento hablarme mejor, porque esas cosas que yo sentí creo que las estoy generando en la gente, sin hacer nada del otro mundo, simplemente seleccionando y mezclando música con coherencia, con alegría, con preparación, con sintonía, con armonía y ya está. Cuando llego a casa, duermo muy tranquila y muy feliz de haber hecho bien mi trabajo.

La temporada ha sido espectacular, ahora que estamos ya llegando a su final, No te voy a preguntar qué balance haces sobre ella, porque habiendo pinchado en [UNVRS] con Carl Cox, en Amnesia, Pacha, Chinois, y todos los clubs posibles con las mejores fiestas, pues está claro que la respuesta es espectacular.

Estoy muy agradecida de esta temporada, de toda la gente que ha trabajado conmigo, de todo el público que ha venido a verme y la verdad que súper contenta, ha sido una temporada muy guay.

Viajas cada fin de semana por toda Europa, pero hay un lugar muy particular donde siempre surge la comparación: Berlín Vs Ibiza, dos mundos completamente distintos. Tú tienes presencia en Berlín y has pinchado en uno de los clubes más peculiares, como es Kitkat. ¿cómo describirías la experiencia de pinchar allí y en qué se diferencia de hacerlo en ibiza?

Es brutal, es que ahí sale mi alter ego. Es un lugar tan especial, con tanta solera y tan surrealista para lo que entendemos aquí en Ibiza del concepto de libertad.  En KitKat, por ejemplo, siento mucha más libertad que aquí, y no porque vaya la gente semidesnuda, sino por el respeto a la música, por la cultura de no phones, porque el DJ no es una estrella, da igual quien sea.

Allí me dan la oportunidad de poder desarrollar mi sesión, puedo ir a un BPM un poquito más arriba de lo que suelo pinchar. Hago algo no diferente, sino modificado a lo que es mi sesión convencional, me mimetizo con ellos y voy a darlo todo. ¡Me encanta!

¿Cuáles son esos sitios que cuando te llaman dices: Estoy deseando ir”?

Uno es por ejemplo el festival AquaSella. Me encanta ir. Austria ya sabes que a mí me encanta hacer Apres Ski y son lugares donde llevo años y años repitiendo. Me gustaría estar en un Caprice Festival, un Awakening , en Time Warp, que estaré ahora en el de Madrid. Me parece que es el primer paso.

¿Cómo ves tu futuro en Ibiza?

Pensando ya en 2026 seguir manteniendo este vínculo con Carl Cox y [UNVRS] que para mí ha sido muy mágico y especial. Seguir trabajando duro para que el año que viene siga teniendo aquí mi sitio, mi lugar.

Si hay gente que dice yo quiero ser como Anna Tur”, ¿qué les dirías?

Ser natural, ser uno mismo y tener mucho respeto. Luchar mucho, trabajar mucho y tirar para adelante con dos cojones.

Anna, ¿qué le falta a Ibiza?

Creo que falta un poco de orden y en algunos casos, un poco de coherencia. Con un poco de orden y coherencia acabaríamos con muchos problemas que estamos teniendo hoy por hoy. Sobre todo eso, porque todo lo demás lo tenemos en Ibiza.