TIME LOST:

A C.TANGANA LE GUSTA EL TECHNO, PERO AL TECHNO NO LE GUSTA C.TANGANA

Hoy en día si quieres ser el más cool en una conversación musical de altura, debes afirmar que te gusta el techno…, aunque no sepas muy bien de qué se trata. En una época en la que los estilos latinos son los que triunfan y los que reclutan un mayor número de acólitos, el concepto techno ha adquirido para la opinión pública un rango diferenciador y con un tufillo de elitismo que convierte a sus defensores en los más guays del corral. Por desgracia el desconocimiento de la idiosincrasia particular del techno y su libro de estilo es una enfermedad común en muchos de los miles de nuevos seguidores que abrazan su filosofía. Uno de los últimos en proclamar su amor al techno es el “trapero” español C.Tangana, uno de los máximos exponentes de esta rama del rap con raíces latinas y que están conquistando el mundo con un mensaje universal primitivo que se basa en la mayor preocupación y el mayor anhelo de cualquier joven: el sexo.

Con C.Tangana me pasa lo mismo que con todos los artistas que no me gustan, les respeto y les admiro por haber conseguido ganarse muy bien la vida, aunque sea creando un estilo donde el marketing y la imagen llevan el timón y el talento musical lo dejan en un segundo plano. No les admiro por su trabajo, les admiro por haberse dado cuenta que no se puede vivir de la música sin vender una gran parte de tu alma al diablo. Al parecer a C.Tangana, no sé muy bien sí por vestirse con el aura de la modernidad, le gusta el techno, no le vamos a matar por ello. En uno de sus últimos temas, “Demasiadas Mujeres” , el techno está presente en una de las estrofas: No he olvidado el olor de la que me follé en el baño de un garito borracho en Berlín/Escuchando un techno que me hacía empujarla como un animal/Música del infierno que sonará el día de mi funeral. ¡Ole tú! Cada uno que saque sus conclusiones, a mí no me parece una de sus peores frases, lo que me llama la atención es que califique al techno berlinés como música infernal. ¿Son el trap y el reggaetón entonces música celestial? Si es así cada día que pasa más ganas me dan de comprarme un apartamento eterno en las calderas de Pedro Botero.

Está bien que a C.Tangana le guste el techno, pero hay que decirle que lamentablemente al techno no le gusta C.Tangana. El techno, el techno de verdad, es mucho más que un estilo musical, es una actitud combativa ante la vida, un compromiso con la vanguardia y con la lucha contra el conformismo, el postureo y la sociedad de encefalogramas planos que sueñan con participar en La isla de las tentaciones..,  a esos sí que les gusta C.Tangana. La inviolabilidad de sus principios mantienen vigilantes a los artistas techno, que no se dejan seducir por las cadenas de oro, los chandals de imitación de mercadillo, o las uñas tamaño T Rex. Además el techno mantiene unos valores basados en la igualdad y en la confrontación total contra cualquier tipo de discriminación. No me imagino a C.Tangana explicando algunas de sus letras a DJs activistas de los derechos de la mujer.., qué papelón. Porque aunque el trap o el reggaetón no sean en sí estilos musicales machistas, en este momento los mensajes de los principales referentes lo son, y mucho. Las excusas de la libertad de expresión, de relatar una realidad cotidiana, de que no hace mal a nadie, que es música simplemente para divertirse, son solamente eso, excusas. Excusas de una sociedad machista que tolera este tipo de mensajes porque la mayoría de los que los crean son hombres. ¿Qué pasaría si una mujer comenzara a cantar sobre pollas o sobre que la coman el coño una y otra vez? ¿Saldría en los 40 Principales? ¿O si un artista gay de trap escribiera una canción explicita sobre los placeres del sexo anal? ¿Le entrevistaría Pablo Motos en El Hormiguero? Sabéis la respuesta igual que yo.

Lo más triste es que las jóvenes consumen en masa este producto, e inconscientemente caen en el relato de la testosterona, en el cuento del príncipe salvador y la princesa sometida, por mucho que lo vistan de moda poligonera de la calle Serrano. Por desgracia este auge del perreo, este falso empoderamiento de la mujer basado en su capacidad de mover el culo, lo que nos anuncia es que al machismo le quedan aún muchos años y que su erradicación tardará siglos.., pero hay que seguir luchando. Únete a la lucha C.Tangana, en esta batalla no sobra nadie, porque todos, absolutamente todos, llevamos un machista dentro al que hay que exorcizar.

Jonatan Gutiérrez Fernández