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BURNING MAN SE OPONE A LA NUEVA REGULACIÓN DE REGISTROS

Con Burning Man a sólo dos meses, la producción del festival se opone a algunas de las nuevas regulaciones gubernamentales impuestas al evento. Una de las normativas es la de que cada persona que entre en el recinto del desierto de Black Rock sea registrada y ésta incluye también a trabajadores con el fin de detectar la presencia de drogas y armas.

Esto se ha producido justo después de que Burning Man solicitara a la Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos el aumento de la capacidad de 80.000 a 100.000 personas, lo que fue denegado.

Aunque Burning Man siempre se ha presentado como una sociedad sin reglas ni órganos de gobierno, explica en su web que se trabaja durante todo el año para establecer contacto con las diversas ramas del gobierno federal y local encargadas de la protección de la tierra federal, por lo que indican que van a luchar por sus derechos y debatir todas las nuevas regulaciones que se le están imponiendo.