TIME LOST:

LABORATORIO SONORO #31: POLYEND TRACKER.

Si pudiéramos realizar un Ranking de máquinas ordenado por posibilidades y herramientas de uso, sin duda esta joya de Polyend, la encabezaría ocupando el primer puesto, muy lejos del segundo. Lo tiene todo: Sampler, sintetizador (de tabla de ondas y granular), secuenciador y capacidad de controlar otros hardwares/softwares MIDI. (Y sí, hasta tiene hasta videojuegos en 8bit).

Empezando por lo más característico, el método de secuenciación que utiliza, basado en los trackers antiguos, puede parecer algo difícil al principio, e incluso un poco lento. Pero dada la cantidad de opciones que tenemos a nuestra disposición, (perfectamente ordenada en menús muy directos) no solo termina siendo muy versátil y rápido, sino que además, dota de una originalidad y una creatividad diferente al resto de máquinas con un uso más estandarizado. Todas las pistas en las que se trabajan, van mayormente basadas en sampler, (también tenemos la opción de grabar directamente los nuestros propios) y disponen de todos los parámetros de modulación y efectos que podamos imaginar, asignándolos, tanto por envío, cómo por instrumento, o incluso por un solo paso. La creación de un ‘pattern’ o secuencia básica, desde el que podamos empezar a construir nuestro track se consigue de un modo súper dinámico, fácil, y en no más de media hora. A partir de ahí, se puede plasmar cualquier idea que se pueda imaginar.

Orientado a: Válido para cualquier estilo de música, pero debido al tipo de producción en el que se basa, facilita mucho la creación de Drum and bass, Breakbeat, Jungle, Electro, IDM…

Lo mejor: Increíblemente completo. Las posibilidades son infinitas. Tamaño perfecto para transportar y calidad de sobra, tanto para directo como para tener en el estudio. Un verdadero disfrute.

Lo peor: Si no se tienen suficientes conocimientos sobre el funcionamiento de los clásicos trackers, puede parecer complejo al principio. Quizás no es una máquina para comenzar en la producción. Aún así el aprendizaje del control se hace muy ameno.

Por José María Moreno Vega (www.djmania.es)