TIME LOST:

LIBERTAD DE HORARIOS PARA SALVAR LA TEMPORADA CLUBBING IBICENCA

Hacer predicciones, jugar a adivinar el futuro es en este momento más difícil que nunca. Hace tan solo unos días las expectativas sobre una posible apertura de los clubs ibicencos eran muy negativas. Toda la escena entraba en depresión ante la posibilidad de que los clubs tuvieran que echar el cierre, incluso se hablaba de la desaparición de algunos de ellos. Con el anuncio por parte del gobierno de la desescalada se ha abierto un rayo de esperanza, muy pequeño y muy débil pero al menos algo a lo que agarrarse. En teoría y si logramos mantener las cifras de contagio actuales, en el momento que entremos en la fase 3 los clubs podrían abrir, eso sí, solo podrán hacerlo con un tercio de su capacidad.

Para los clubs esta noticia no despeja su incertidumbre, reducir el aforo a un tercio es una mala solución, no es el apocalipsis pero genera dudas ante la viabilidad económica de una posible apertura. Debéis tener en cuenta que darle al botón de encendido de un club es costoso, además del gasto de energía hay que sumar el de las nóminas de los trabajadores. Un gran club de Ibiza genera directamente unos 300 empleados: camareros, porteros, servicios de limpieza, técnicos de iluminación y sonido, instaladores, decoradores, diseñadores, relaciones públicas, pegaposters, personal de oficina, informáticos, conductores, reponedores, y muchos más. Si a esto le sumamos artistas y performance la cifra de gasto de un club se dispara y es imposible de asumir con un tercio del aforo.

¿Qué pueden hacer los clubs para adaptarse a esta situación?

  1. En primer lugar adaptarse a la que será la “nueva normalidad” con plantillas, fiestas y precios ente otras.
  2. Si hay menos clubs esta temporada o menos fiestas, que exista una comunicación entre clubs/promotoras para no hacer coincidir estilos y artistas claves en el mismo día.
  3. Intentar ampliar el aforo aprovechando zonas al aire libre en las inmediaciones del club, como podrían ser los parkings.
  4. Utilizar artistas locales, nacionales o nuevas caras cuyo caché no disparara el coste de la fiesta. Sería un suicidio contar con djs de 5 o 6 cifras. En un contexto como éste los nombres de los DJs han dejado de ser el cebo perfecto para llenar una sala con 5.000 personas. Además será una buena prueba para conocer qué DJs aman de corazón la isla y si están dispuestos a arrimar el hombro y echar un cable a los clubs que les han ayudado a conseguir el estatus del que gozan hoy en día.
  5. Libertad de horarios. Este punto es el más importante y por el que la escena clubbing ibicenca debería unirse y luchar. La libertad de horarios sería de gran ayuda ya que los clubs podrían rotar su aforo, programando de 2 a 3 eventos diarios y podrían facturar lo suficiente para que les salga rentable la apertura. Un ejemplo muy simple, un club podría abrir de 00:00 a 07:00, luego para desinfección y limpieza 3 horas y abrir de nuevo de 10:00 a 17:00. Incluso se podría añadir un concierto de 20:00 a 00:00. Los clubs no iban a ganar millonadas como anteriormente, pero esta fórmula, al menos en mi modesta opinión, podría paliar sus pérdidas. ¿Cómo se podría llevar esto a cabo? Una vez más la clase política lo tiene en su mano. Son los gobiernos, tanto autonómico, como insular y municipal los que pueden aprobar una excepción en la ley que regula los horarios de apertura de los clubs. Deben ser inteligentes y darse cuenta que estamos en un momento excepcional que precisa medidas excepcionales. Ayudar a los clubs ayuda a la isla.

Hay esperanza, poca, pero esperanza. Si somos inteligentes y responsables podremos levantar esta situación, los clubs tienen una posibilidad de salir adelante. Pero no lo podrán hacer solos, los responsables políticos deben dar un paso adelante y ser valientes…, por una vez en la vida. Para la supervivencia de la escena clubbing, hoy más que nunca, #libertaddehorarios.