LOS SECRETOS MEJOR GUARDADOS DE BERGHAIN/PANORAMA BAR
No viajamos hasta Berlín únicamente para salir de fiesta, nuestro viaje hasta la ciudad Alemana es con el único propósito de conocer los secretos mejor guardados de la central eléctrica de la zona este, o lo que es lo mismo el Club Berghain/Panorama Bar. El club situado en el barrio de Friedrichshain, se ha hecho famoso en el mundo entero por dos simples razones, su política de entrada, que nadie logran entender, ya que se puede resumir en que entras, si le entres por el ojo a su portero, y la prohibición de poder realizar fotos en su interior, el resto de cosas, aunque a muchos les duela, quedan en un segundo plano.
Sábado 20 de febrero 2016:
Son las 05:00h de una noche no muy fría, de este invierno flojo que estamos viviendo, lo que en otros lugares seria una hora tardía para entrar en una sala, aquí puede ser hasta demasiado pronto, ya que Berghain abre sus puertas a las 23:59h, pero no cierra hasta altas horas del lunes, aquí es posible pasar horas y horas de techno sin subir fotos o videos a tus redes sociales con el rostro confundido de los que te acompañan.
La cola avanza rápido, en apenas 25 minutos nos plantamos ante Sven Marquardt, el portero más famoso del mundo, se ha dedicado a mandar a casa a unas 75 personas de las 100 que había delante nuestra, si te preguntas, que perfil tenían las personas a los que no dejo entrar, la respuesta es diversa. Sven mando a casa a grupos de chicas guapas, parejas, chicos solos, “pasados”, “modernitos vestidos de negro”, no hay nada que nos deje pensar que existen unas normas para entrar, la única medio-conclusión que pudimos sacar es que dejo entrar a más hombres que a mujeres, el mundo al revés, aunque sabiendo que Berghain empezó como un club gay , pues no es de extrañar.
La puerta del club esta capitaneada por Sven Marquardt, un fotógrafo muy conocido en la ciudad, pero que fuera de ella, se hizo famoso por su trabajo como portero, como hemos dicho anteriormente, no existen reglas o normas para entrar, el acceder al club es más bien una lotería. Aunque ellos no lo reconozcan, han sabido convertir el club en una marca de marketing, como se suele decir da igual que hablen mal o bien de ti, lo importante es que hablen.
Junto a Sven encontramos otros 2 porteros, con cara de pocos amigos y una vez que pasas por ellos, entras en una habitación en la cual tienes otros porteros que mientras te registran te repiten hasta en 3 ocasiones: No fotos, no videos. Además de decírtelo, te colocan una pegatina en la cámara delantera y trasera de tu móvil. En este cuarto se puede ver este cartel:
La entrada tiene un precio de entre 12 y 15€, sin consumición, en días normales, hoy en el local actúan artistas como; DJ Hyperactive, el mexicano Luis Flores o Cell Injection, aquí las sesiones de los artistas invitados no suelen ser como en el resto de sitios, olvídate de ver a un Dj solo 2 horas, aquí las sesiones se pueden alargar entre 4 y 8 horas. La siguiente parada es el ropero del club, sabemos que Berlín es una ciudad fría y mientras en la mayoría de las discotecas del mundo, pagas por prenda, en Berghain pagan 1.5€ y puedes dejar toda la ropa que quieras. La sala también contiene exposición de cuadros de diferentes artistas que visitaron el club.
La antigua central eléctrica tiene capacidad para unas 1500 personas, unas escaleras metálicas te llevan hasta la sala principal, donde cientos de jóvenes bailan al son del techno, todo tiene un aspecto descuidado, lleno de graffitis, pintadas y pegatinas, si sigues subiendo llegas hasta Panorama Bar, una sala con sonidos más House, un publico diverso y una barra con unos cuantos camareros en chándal y la cual tiene precios más que buenos, te puedes pedir desde un café a un cocktail especial. Aquí la carta de precios completa:
El lugar tiene lugares destinados para practicar sexo libremente, drogarte sin ningún tipo de control y zonas para descansar o dormir como vemos que hacen muchos jóvenes, lo único que no encontraras son espejos. Lo que si que nos llama la atención, es que después de lo dura que parece la política de puerta, dentro puedes ver todo tipo de personajes, un chico de color “colocado” al máximo que no deja de molestar a toda chica que se encuentra, pasados de rosca que no solo «van a su rollo», amagos de peleas, turistas sin saber que hacer…en resumen una fauna digna del lugar.
En conclusión, un lugar sobrevalorado y que no tiene nada que envidiar a lo que fueron algunos de los clubs de la ruta del bakalao en España en los años 80 y 90, cuando no existía el actual control de horarios aquí. La principal diferencia es que los alemanes han sabido vender su producto, y han sabido convertir este local en la «meca del techno» como ellos la llaman. En España este tipo de locales serian posibles, si no fuera por el botellón (patrimonio nacional) que es el principal culpable de que las discotecas y festivales en nuestro país molesten. Sobre el trabajo de Sven, tenemos nuestras dudas, dentro del local no nos encontramos ese gran ambiente que te puedes esperar de un sitio que no deja entrar a su local a la mayoría de las personas que se ponen en su cola.
Lo mejor: El sonido, las sesiones extensas de los djs.
Lo peor: La fauna del interior y que por mucho que digan, no cuidan el techno, han montado un verdadero circo alrededor del que fue un buen club.