TIME LOST:

MUJERES PIONERAS EN LAS CABINAS DE LOS CLUBS DE IBIZA.

Ibiza es y siempre ha sido un epicentro de la música electrónica mundial. A lo largo de los años, la isla ha sido testigo de la evolución del clubbing y del ascenso de la figura del Dj, entre todos esos nombres, hay un grupo de mujeres que, con talento, determinación y pasión, lograron abrirse camino en la industria, dejando una huella en la escena ibicenca que no se puede olvidar

En este artículo, hablamos con algunas de las mujeres que empezaron allá por los 90s en los clubs de la isla. Paola Poletto, Smokin Jo y Jo Mills, tres auténticas pioneras que han vivido en primera persona la transformación de Ibiza y que han sido clave en la consolidación de su estatus como capital mundial de la electrónica. Además, rendimos un merecido homenaje a otras figuras imprescindibles: Lisa Loud, Nancy Noise, Clara da Costa, Sarah Main, que hablamos hace unas semanas de ella o Tania Vulcano, cuyos sets han sido parte esencial de la banda sonora de la isla.

Estas mujeres han servido de inspiración para otras muchas mujeres que después han llegado a la escena de clubs de la isla. Repasamos historia de 3 mujeres pioneras en Ibiza.

PAOLA POLETTO

¿Cómo y cuándo llegaste a Ibiza?  

Empecé a pinchar cuando tenía 16 años en Italia (año 1991), 2 años antes de marcharme a Londres. Fui la primera chica que pinchaba underground, un rollo un poco diferente. Recuerdo que pinché con David Morales y su manager me dijo: “Lo primero y más importante que tienes que hacer es aprender inglés. No tienes que tener a nadie hablando por ti”. Así que acabé de estudiar idiomas y me fui a Londres. Empecé a buscarme la vida en agencias de bookings y empecé a trabajar en una de estas agencias presentando a un DJ histórico que era Paul Trouble Anderson y él me invitó a pinchar en su club súper famoso en Londres, en Candem, que se llamaba Loft. Estaba pinchado y se acercaron dos promotores, Rosano y Sandro Gaeta, que fueron los primeros promotores en la isla de Ibiza, y me ofrecieron tocar en la isla.

Yo no sabía ni donde estaba Ibiza pero enseguida dije que sí. 

¿Cuántos años estuviste pinchando y dónde?

Empecé a pinchar en 1991 en Italia, son muchos años. Lo que quise hacer era aprender de la industria todo lo que podía. Siempre estuve muy atenta a los Djs, productores que me gustaban así que siempre que podía me gustaba hacer el trabajo de bookear a otros djs para facilitar el mercado de los djs que me gustaban a mó. No solo estuve pinchando, también invitaba a amigos y djs que admiraba, a pinchar conmigo. Así conocí a mi marido, Francisco Allendes. 

En Ibiza, el 26 de junio de 1997 me invitaron a tocar en Pacha Ibiza. La residencia Made in Italy era los lunes y me invitaron a mudarme a Ibiza todo el verano y ahí empecé a pinchar en Pacha. Me quedé hasta 1998 con Made in Italy en Pacha y en 1999 me fui de Ibiza porque me invitaron a hacer todo el verano en Croacia. Por muchos años, trabajé al lado de Erick Morillo. Le hice todos los bookings de Italia y de ahí él me pidió de volver a trabajar con él en Ibiza y de encargarme de Subliminal.

Aquí ya no pinchaba en Pacha pero sí trabajaba en el club llevando toda la parte de Erick, en esta época pinchaba en Space con Carry On y Manumission. También estuve en el after El hotel Manumission, también se hizo historia ahí. Era el after del after. También pinché en Bora Bora. Años después, me pidieron volver a Pacha.

Todo eso en Ibiza porque en Italia yo pinché en todos los sitios. También pinché en Nueva York con Erick Morillo, Chile,… Llegó un momento en 2010, que no quería trabajar de noche y decidí acabar con Pacha. 

El 10 de enero firmé la baja de Pacha y yendo con el coche y me cruzo con Yann, de Ushuaïa, y me dice: “Vamos a tomar un café”. Me ofreció trabajar con él como Dj residente en Ushuaïa, pude elegir otros 2 djs conmigo y llevé toda la dirección artística. Llamé a Francisco Allendes, que ya trabajábamos juntos, y a Kini. Y ahí empecé en Ushuaïa. Fue un verano increíble. De ahí tuve una residencia en Ants pinchando un B2B con Francisco por años y luego decidí salir de Ushuaïa para separar la familia del trabajo. Deje Ushuaïa, Yann y Ants y fui residente en Blue Marlin.

Ahora mismo sigo pinchando pero decidí, por la música que yo toco, pinchar en Daytime. Es el lifestyle que me gusta a mí, ya no busco pinchar en situaciones de noche. Desde las 6 am, me encanta el after es mi elemento natural, hasta la 1am.  Por mi música estoy en un concepto más Daytime, la noche se ha convertido para mí, en un concepto más violento.

Es mi forma de ver el clubbing ahora. 

¿Cuál es tu visión de esos años en la isla?

La primera vez que llegué, me vinieron a buscar al aeropuerto y me llevaron directamente a Ses Salinas donde me encontré a Sandro Gaeta que estaba ahí tomando el sol, desnudo. Lo primero que me dijeron es: “La isla no es lo que era antes”. Es la frase que más he escuchado en la vida, también te lo podría decir ahora jajajajaja. La verdad es que Ibiza antes tenía un encanto que no existe ahora. Era un tema de libertad y ahora en Ibiza no se respira libertad porque hay un tema de VIP y turismo de lujo que no deja hacer todo lo que a uno le apetece.

Hay separación social y donde hay separación social, no hay libertad. Antes se respiraba libertad y tolerancia porque Ibiza es la tierra donde todo el mundo se mezcla, sin odio. Pero se ha perdido. Antes se bailaba en las casas sin problema, en la mañana, recuerdo que entrabas en el DC10 y tenías que tirar los zapatos porque se bailaba por 20 horas, así non stop. Entrabas a Space a las 4pm y a las 00am tenías que comprarte una camiseta nueva porque la tuya estaba para tirarla. La cultura que se formó en esos años era una tradición. Había una comunidad de verdad de la gente que tenía en la isla.

¿Alguna anécdota de estos años?

Cuando yo llegué a pinchar en la isla fui la primera chica, no en la isla como tal porque estaba Smokin Jo, pero sí en Pacha Ibiza. Me acuerdo de la cara del técnico de sonido que me miró y me dijo: “Tu chiquilla, dónde vas en mi cabina”. Llegué con mis 4 maletas de vinilos, monté toda la cabina y de la emoción, no calcule la distancia entre el mixer y las maletas de discos, puse el jack dentro del mixer, me giré para coger los discos y destruí el jack dentro del mixer.

Todo esto el primer día, nada más llegar. Gracias a que estaba DJ Pippi, era el residente de Pacha, que me ayudó un montón. 

¿Qué otras mujeres recuerdas de aquellos años? 

Algunas de las mujeres que recuerdo, y tengo contacto todavía, de la época son Tania Vulcano, Smokin JO y Jo Mills. Con las que pude compartir muchas experiencias y vivencias. Quiero decir algo sobre las mujeres. El desarrollo de las mujeres pinchando (marketing, comunicación) cae siempre en el rol de mujer sexy, de la sexy doll. Se habla mucho del girl power, los promotores buscan hacer cabinas de solo mujeres, desde el día uno yo siempre rechacé eso.

La música no tiene sexo. Es verdad que nosotras tenemos otra forma de sentir la música. Pero desde el día uno, siempre tuve el apoyo de los hombres, desde mis inicios. La música es global, habla sola. Vengo de una generación de Djs donde la música habla por ti. Me gusta mucho la imagen de las chicas sencillas donde no se sexualiza nada. Eso no es parte de mi cultura.

Hay que construir tu técnica y cultura musical, hay que estudiar.
SMOKIN JO

¿Cómo y cuándo llegaste a Ibiza?

Llegué a Ibiza por primera vez en 1992. Un amigo mío de Londres era español y conocía a todo el mundo en Ibiza, así que me consiguió un trabajo en Space y Pacha. Tocaba en la terraza de Space cuando las mesas estaban detrás de la barra mirando hacia el otro lado, así que fue realmente increíble, uno de los mejores viajes de toda mi vida.

¿Cuántos años estuviste pinchando y dónde?

Llegué a Ibiza en 1992 y, hasta el día de hoy, sigo pinchando allí cada año. Empecé en Space, donde hice muchos sets, y luego toqué en Pacha. Cuando comenzó Manumission, me convertí en residente, lo cual fue un privilegio. Más adelante, también fui residente en We Love Space on Sundays, además de haber tocado en Space los domingos antes de eso. Cada verano actuaba semanalmente en la isla y, en el año 2000, me mudé allí definitivamente.

Desde entonces, mi presencia se ha vuelto algo regular en la escena.

¿Cuál es tu visión de esos años en la isla?

Mi perspectiva sobre la isla ha cambiado con el tiempo, antes, se sentía realmente libre y abierta, sin reglas estrictas. No había noches específicas para diferentes estilos de música; simplemente salías cada noche y podías disfrutar de todo tipo de música house en sus diversas variantes. Cuando los promotores ingleses comenzaron a llegar, las noches se fueron separando más. Aparecieron eventos específicos como We Love, Kilowatt, y distintas fiestas en Pacha, además de la escena en San Antonio, lo que hizo que la oferta se dispersara. Con este cambio, la isla comenzó a atraer a públicos distintos.

En sus primeros días, Ibiza tenía una esencia muy artística, bohemia y con una fuerte presencia de la comunidad gay. Sin embargo, con el tiempo, el perfil de los visitantes cambió y llegaron más turistas ingleses, además de alemanes y franceses. Siempre ha sido un destino internacional, pero con los años, las noches empezaron a segmentarse: los ingleses iban a sus fiestas, los franceses a las suyas, y así sucesivamente, lo que generó una mayor separación. Otro problema fue el aumento de los precios, que convirtió la escena en algo descontrolado. Hoy en día, la isla se ha vuelto extremadamente cara y, en mi opinión, ha perdido parte de su alma. Aun así, sigue habiendo lugares donde se puede pasar un buen rato, como Pikes, que todavía mantiene cierta esencia en algunas noches.

Antes organizaba mis propias fiestas, eventos un poco al margen de la legalidad, lo cual ahora es mucho más difícil. Eran momentos divertidos y auténticos, pero siento que la isla ha perdido parte de su identidad, su espíritu libre y sus libertades.

¿Alguna anécdota de estos años?

Es difícil hablar de anécdotas concretas porque había tantas… Cada vez que salías, era una locura. Podías salir un domingo y no volver a casa hasta el miércoles. Yo solía pinchar en Londres durante todo el fin de semana y luego volar a la isla para tocar el lunes en Manumission. Después de eso, iba directa a DC-10 por la mañana y luego volvía a Space.

Era una diversión sin parar, increíblemente buena, pero probablemente no muy saludable.

📷 Jamie Baker

¿Qué otras mujeres había? 

Los otros DJs que pinchaban en Ibiza… Cuando empecé, éramos muy pocas. Tania Vulcano y Jo estaban allí desde el principio. También estaban Lisa Loud y, más adelante, se unieron más nombres como Ellen Allien, Miss Kittin, Lottie y Sister Bliss.
JO MILLS

¿Cómo y cuándo llegaste a Ibiza?

Visito Ibiza de vacaciones desde 1994, pero desde 1999 vivimos en la isla. Durante muchos años, hemos pasado los veranos aquí, combinando nuestra estancia con conciertos en Europa, mientras que los inviernos los dedicamos a viajar por Asia y Australia.

¿Cuántos años estuviste pinchando y dónde?

Mi viaje en la música comenzó hace más de 30 años, en 1991, en Londres, en el legendario Club UK. En aquel entonces, trabajaba en una tienda de discos ambulante en Kensington Market, y fue ahí donde aprendí a mezclar. Pronto, empecé a tener actuaciones regulares en Full Circle, un icónico club de domingo de música balear, y a calentar la pista para grandes nombres como Danny Tenaglia, Roger Sánchez, Pete Tong y Paul Oakenfold. Durante unos 8 años recorrí todo el Reino Unido como DJ, en una época en la que los artistas no viajaban tanto por el mundo como ahora.

Todo cambió cuando llegué a Ibiza. Mi residencia en Circo Loco fue el verdadero punto de inflexión en mi carrera, y desde entonces tuve el privilegio de ser residente en Cream, Azuli en Space y Pacha London. La música me llevó a giras por todo el mundo, viviendo experiencias increíbles. En 2009, con el nacimiento de mi hijo, decidí tomarme un descanso, aunque nunca dejé de hacer algunos bolos aquí y allá. Y ahora, estoy más ocupada que nunca.

Acabamos de regresar de una gira épica por Asia con actuaciones en Tailandia, Bali, Singapur y Camboya. Al mismo tiempo, estoy completamente inmersa en mi propia marca, ESCUCHA, que se celebra todos los domingos en The Standard y, a partir del 20 de abril, regresa también al club de playa Tanit. Este año, además, estaré con One More Time en Eden, 528, manteniendo mi residencia en Pikes (que ya lleva cuatro años), además de otros bolos en Ibiza y numerosas actuaciones en el Reino Unido. Y lo más emocionante: he vuelto al estudio. Un tema que produje junto a mi socio Matti Schwartz, ‘4TUNE-500 – Dancing in the Dark’ (2001), ha sido firmado por Defected Records y será relanzado este verano con nuevas remezclas.

¡Parece que me espera un año ajetreado!

⁠¿Cuál es tu visión de esos años en la isla?

Ibiza es única. He viajado por muchos países, pero no hay otro lugar en el planeta como este. Sin querer sonar demasiado hippy, aquí se siente una energía especial, algo difícil de explicar con palabras. A pesar de la evolución de la isla, con el auge de la cultura VIP y los clubes cada vez más modernos, Ibiza sigue manteniendo su magia, esa fuerza invisible que nos atrae una y otra vez.

Tal vez sea su luz blanca, esa que nos llama siempre de regreso y nos hace sentir que este es nuestro hogar. Lo que es seguro es que Ibiza seguirá siendo un crisol de almas diversas, creativas e inadaptadas, y quizás en eso reside gran parte de su encanto.

¿Alguna anécdota de estos años?

Estoy profundamente agradecida por los años en Circo Loco. Fue una etapa increíble. La verdad es que era una auténtica locura, pero el ambiente de unión y energía era simplemente eléctrico. Tocar de día en esa terraza, a principios de los 2000, era el sueño de cualquier DJ, aunque mis discos solían derretirse bajo el sol abrasador. Y luego estaba el stage diving… Se convirtió en un ritual semanal: cada DJ invitado tenía que lanzarse al público desde el delgado borde de la cabina.

¡Era pura adrenalina! Aquellos días me hicieron sentir más libre que nunca.

¿Qué otras mujeres había? 

Cuando empecé, no había tantas mujeres DJ. Recuerdo a Lisa Loud, Smokin Jo y Nancy Noise, pero en general, no eran muchas. Tampoco veía muchas mujeres comprando discos en la tienda. Para ser sincera, en 1991 el mundo del DJing era muy diferente. No solo había pocas mujeres en la escena, sino que, en general, no existían miles de DJs como ahora.

Era un mundo más reducido, más selecto, y todo se sentía mucho más especial y auténtico.