TIME LOST:

PUENTE AÉREO: LAS DIFERENCIAS ENTRE MADRID Y BARCELONA

Hace unos cuantos años se inventó un nuevo concepto en el transporte aéreo, se trata de la comunicación continúa entre dos ciudades de un mismo país, en nuestro caso Madrid y Barcelona. Digo que se inventó el concepto ya que la comunicación ya existía antes aunque no con tanta asiduidad y continuidad… Y es curioso porque a raíz de esa mejora para todos y ese acercamiento de dos ciudades tan lejanas, tan distintas, a 6 horas en coche, otras tantas en tren o en bus, se reducía a una hora en nuestro querido avión. Creo que con este acercamiento en lugar de hermanarse, las separa mas aun, sin coger lo bueno la una de la otra, diferenciándolas aun mas si cabe… Y quien pierde en esta situación, pues creo que Madrid y cada día más.

Este escrito está hecho por un madrileño de toda la vida que ve la ciudad condal como un ejemplo a seguir en cuanto al desarrollo cultural, los movimientos urbanos, la escena club y underground, que a medida que ha ido madurando ha visto como lo que nos ha ofrecido la capital de España son pequeños entremeses, tentempiés y tapas de lo ya hablado, mientras que la denostada Barcelona (dicho por aquí) ofrecía y ofrece un menú completo, postre, copa y puro.

Supongo que ya sabréis por donde van los tiros de este breve y, por ello, malísimo prólogo de la situación cultural entre las dos capitales de España.

Pues sí, acaba de finalizar el SONAR, el mejor festival de música electrónica del país y uno de los mejores de Europa y el mundo y aunque no lo definiría como un festival, sino que más bien es una semana cultural, una semana en la que una ciudad como Barcelona se vuelca por y para la música electrónica, de calidad, desde su rollo más “culturita” y underground a su lado más festivalero y “destroyer”, pasando por ponencias, charlas, muestras de productos, fiestas secretas, actuaciones espontáneas en cualquier rincón de la ciudad, convirtiendo tanto al barcelonés como a los turistas que andamos por allí parte íntegra y fundamental de este proyecto que comenzaron unos pocos locos, entre ellos Angel Molina, a principio de los 90…. Más de 20 años de festival que también tiene sus pequeñas fisuras y puntos a mejorar, como no podía ser de otro modo (el EDM creo que no tiene cabida en un festival que se define de música avanzada), y aquí, en la capital del reino, nada de nada.

Ha pasado una semana del SONAR y nos sacamos un festival de la manga, 4EVERY1, un nuevo festival que inaugura la época de festivales veraniegos, 18 horas de fiesta ininterrumpida, multitud de djs famosísimos, a 30kms de Madrid, en un pequeño pueblo el cual será y se convertirá en el terreno ideal para la carnaza telebasura periodística que sacará imágenes de chavales hasta arriba de todo, parkings envueltos en una nube de polvo, la gente del pueblo diciendo que si el ruido, que si la delincuencia, que si la droga, que no es normal que estén 24 horas de fiesta…

En fin, con ello no quiero criticar a los organizadores de este festival, al que le deseo lo mejor y que lo repitan muchas veces (a ser posible en otro sitio), sino a lo que se ve abocada la escena electrónica en España, fiestas en secarrales, excesivas horas, horarios imposibles, line-ups engordados, actuaciones ridículas en cuanto a la duración de los artistas, chicos y chicas que se convierten en mercancía barata que enriquecen a unos pocos y que dan carnaza gratis a los telediarios y programas de “investigación”.

En España ya hay muchos festivales de este tipo, produciéndose la curiosa situación de que este mismo año desapareció un festival que comenzó el mismo año que el SONAR, el GROOVE PARADE también conocido como MONEGROS DESERT FESTIVAL. Uno desaparece y el otro goza de muy buena salud.

Creo que es el momento de hacer un nuevo puente aéreo y acercar los festivales a las ciudades, integrarlos en la vida de la gente que allí vive, y alejarlo de secarrales y prados. Es el momento de poner a Madrid en el mapa de la escena electrónica mundial, de aquí han surgido muchos y muy grandes djs y productores, la ciudad y los madrileños se lo merecen, ¿o no?

 

                                                                                         Felipe Gonzalez – Colaborador Fiesta & Bullshit