TIME LOST:

RICARDO URGELL AL ATAQUE

El ambiente tóxico que se ha creado en torno a Pacha desde la salida de la familia Urgell no para de crecer y de contaminar a todo el que se acerca. No solo por las continuas noticias que relatan el paulatino desmembramiento de la empresa, sobre todo por el boca a boca que se esparce por la isla y que ha dejado atrás la palabra admiración por otras no tan bonitas. Siempre que os trasladamos estas noticias nos imaginamos a Ricardo Urgell con acidez, rompiendo con un bate de beisbol las vitrinas de su villa y todo lo que se encuentre a su paso. Ese malestar estomacal ha ido creciendo con cada nueva noticia y “el arquitecto de la noche” y ha explotado en una entrevista a Crónica Global del diario El Español.

El artículo no tiene desperdicio y Ricardo utiliza artillería pesada desde el minuto uno, liberando sus pensamientos reprimidos desde la firma de la venta de Pacha. Sin miedo a la repercusión de sus palabras, Ricardo se lanza a la yugular contra Trilantic Capital. Aquí os dejamos algunas de las perlas que ha soltado:

«Me hace sentir mal cada día cuando piso la calle, las gentes con las que me encuentro me dicen: Ricardo, Pachá ya no es lo que era. Y eso me sienta como un tiro, es como si a un padre le hablas mal de un hijo o una hija».

«Me siento mal cuando me entero de que se están vendiendo activos de la compañía como el hotel Pacha, de lo que me enteré por la prensa. Por los medios también me enteré de que intentaban hacer un ERE».

«Una vez realizada la venta tomaron el timón solitos, pusieron la sexta, y tomaban decisiones sin tener el detalle de simplemente consultarme, iba cada día a las oficinas y ya no entraban en mi despacho para nada».

«¿Sabes que me ocurrió inmediatamente después de producirse la venta? Pues que me di cuenta de que no me había desprendido de la empresa, sino que me había vendido la vida»,

“Hay negocios, no todos, que tienen temas que no se pueden decidir por mas excels ni algoritmos que manejes. En mi opinión, cuando compraron creyeron que este negocio era facilísimo, llegando a pensar, por ejemplo, que si todos los que entraban por la puerta pagaban en la entrada, si reducían las invitaciones y controlaban a los empleados facturarían muchísimo más. Así de fácil. Lo que no tuvieron en cuenta es que cada decisión que tomas suele tener una contrapartida, a veces negativa».

«¿Que si les di consejos antes de entrar? Muchos, pero el principal fue que deberían invertir un año viendo cómo era el negocio, cómo es Ibiza, cómo se comportaban las competencias y demás. Pero desoyeron mi sugerencia y entraron a hacer lo que ellos consideraban que debían hacer».

“Los consejos de administración se convocan un par de veces al año, pero la verdad es que ir a un consejo que dura seis horas, con sus formalidades, sin tener oportunidad de aportar nada y, además, para que sea más difícil de entender se habla sólo en inglés desde que la compañía cambió de propietario. Me parece absurdo que se hable solo en inglés en una empresa de origen español”.

Leyendo la entrevista te das cuenta del dolor y de la rabia que le produce a Ricardo Urgell la situación actual de Pacha. Pero nos genera la duda, si tanto amabas la marca, si tanto te importaba, si conocías el modus operandi de los fondos de inversión, ¿por qué la vendiste? Es lo que nunca ha quedado públicamente aclarado. ¿Fue por dinero o porque estabas hasta los huevos de la nueva Ibiza o porque no encontrabas un heredero digno a tu trono? Aunque siendo maquiavélicos, ¿puede que estas declaraciones sean parte de una estrategia para recomprar Pacha a un precio más bajo del que vendió? Si fuera así solo podríamos afirmar, ¡ole tú Ricardo Urgell!