SERIES & BULLSHIT #1: DARK
Si te gustan los galimatías, los puzzles, las historias enrevesadas llenas de bifurcaciones y ramificaciones imprevistas, Dark es la serie hecha a tu medida. Si lo que te va es algo más liviano, que no requiera mucho esfuerzo ni atención y que te permita cotillear de vez en cuando el móvil, será mejor que dejes esta serie para otro momento. Porque lo que no te permite Dark es la pereza en el detalle, debes estar atento a todos los datos, nombres y parentescos que surgen aparentemente sin lógica. Con tan solo perderte uno de ellos, deberás rebobinar para saber que cojones está pasando. Por fortuna la serie tan solo costa de tres temporadas con 10 capítulos la primera y 8 en las dos siguientes. Sus creadores no han querido estirar más el chicle y han finiquitado la trama para alivio de sus seguidores. A diferencia de otras series, en las que se pueden seguir espaciadamente las diferentes temporadas, en Dark os recomendamos encarecidamente que la veáis del tirón. Si aún no la has comenzado trágate de una tacada los 26 episodios, si solo has visto la primera o la primera y la segunda, antes de adentrarte en la tercera repasa las anteriores. Porque de no hacerlo se te quedarán muchas cosas en el tintero y te costará desvelar muchas de las tramas y adivinar quién es quién y por qué demonios hacen lo que hacen.
Dark es una producción alemana creada por Baran bo Odar y Jantje Friese. De hecho es la primera serie en alemán que sacó Netflix, el 1 de diciembre de 2017, y su éxito superó las expectativas que se habían creado en torno a ella. Su argumento inicial no difería mucho de otras series, un grupo de chavales con problemas que viven en un tranquilo pueblo alemán, se ven envueltos en la desaparición del más pequeño de ellos. Hasta aquí nada que no hayamos visto antes, la típica trama policiaca que busca resolver una dolorosa desaparición. Pero lo que sigue a continuación es de todo menos típico, derivando en una paranoia espectacular de viajes en el tiempo y reflexiones filosóficas que te dejan ojiplático, confundido y con unas ganas locas de ver el siguiente episodio para resolver las dudas generadas. Toda la acción se desarrolla con una característica atmósfera germana, los personajes, la fotografía y los paisajes son pétreos y ásperos, con pocas concesiones al sentimentalismo y con un espíritu de transcendencia que consigue que durante su visionado no sonrías ni una sola vez.
Ríete del entramado familiar de Falcon Crest, Dinastía o de cualquier culebrón venezolano. Dark lleva las relaciones familiares a otro nivel, se podría decir que cuántico, llegando a transgredir los principios básicos de la tradición familiar mundial y las leyes fundamentales de la física. El árbol genealógico de Dark es una enredadera, sus ramas se retuercen y se entrelazan impidiendo adivinar cuál es el comienzo y cuál es el final. Debido a esta trama tan enrevesada, a no ser que seas germano parlante os recomendamos que la veáis en castellano. Personalmente soy defensor de ver las series en su versión original o al menos con subtítulos. La mayoría de las producciones extranjeras con subtítulos logran que no se pierda la trama, si el guión no es demasiado denso puedes visionar sin problema desde un drama surcoreano o una investigación policiaca escandinava. Pero con Dark el esfuerzo de prestar atención a los matices de la lengua mientras lees los subtítulos es importante, y no apto para los que se levantan a por una cerveza y a por unas palomitas, o los propensos a encontrarse con Morfeo tumbado en el sofá delante del televisor.
El éxito de las series de televisión reside en la adicción, ¿y cómo se logra esa adicción? Simplemente hay que activar ciertos mecanismos en el cerebro relacionados con el placer. Y las series, a diferencia de las películas, lo consiguen porque la dosis es más alta y más espaciada en el tiempo. En el caso de Dark lo que consigue en el espectador es un constante qué coño está pasando, dejando pequeñas migas de pan para que el espectador las siga creyendo que va en la dirección correcta. Aunque la pura realidad es que el camino es solo un señuelo que te lleva a una bifurcación diferente e inesperada. Dark además nos plantea un reto filosófico y científico, una reflexión sobre las bases de la Teoría de la Relatividad de Einstein y los viajes en el tiempo. Podemos decir que lo que le pasó a Marty McFly y a Doc fue un chiste en comparación con las consecuencias y las peripecias de los protagonistas de Dark. A los humanos nos encanta y nos atrae casi de forma atávica, la posibilidad de viajar al pasado o al futuro. Porque rompiendo las leyes de la física conseguiríamos lo que más ansiamos en lo más profundo de nuestro ADN: la inmortalidad.
Dark no es la mejor serie de la historia ni estaría en el top 10, pero es un gran ejemplo de cómo hacer las cosas bien y de cómo enganchar a la peña con una temática complicada. En un tiempo de mediocridad y aburguesamiento de las series de televisión, Dark destaca y consigue que te vayas a la cama dándole vueltas a la cabeza. Y recuerda, si viajas en el tiempo cuidadito con lo que haces que puedes liarla muy parda.
Jonatan Gutierrez