TIME LOST:

Y ESTA VEZ EN ESPAÑA, SÍ SE PUDO BAILAR…

Ibiza y Madrid han sido dos de los lugares donde los eventos de fin y año nuevo se han podido celebrar.

Han sido muchas las publicaciones que hicimos durante muchas semanas en las que mostramos nuestra lamentación con las administraciones y políticos ya que en muchos puntos de Europa (o la mayoría) ya se podía bailar y los clubs estaban abiertos, y aquí en nuestro país seguíamos con los clubs y festivales cerrados.

Ahora mientras en la mayoría de Europa, por no decir toda, los clubs permanecen cerrados y los festivales de año nuevo han sido cancelados, en España hemos podido disfrutar de aparente normalidad con la celebración de diferentes eventos.

En Ibiza, DC10 pudo celebrar su Circoloco de año nuevo. Un evento que desde las 17:00h, del día 1 consiguió reunir a clubbers de la isla y otros muchos venidos desde diferentes puntos de Europa para encontrar un oasis donde celebrar el año nuevo. Durante la noche del 31, Lío y Octan también pudieron abrir sus puertas y celebrar el fin de año.

En Madrid, (de donde es la foto de portada) los grandes eventos de año nuevo se desarrollaron como lo venían haciendo hasta el 1 de enero de 2020. Por un lado, en la Cubierta de Leganés, se pudo bailar en Wan con: Loco Dice, Cuartero, Paco Osuna, y Boris Brejcha y Michael Bibi como grandes protagonistas.

En Humanes de Madrid tuvo lugar la otra gran fiesta de año nuevo. Concretamente en Fabrik con el colorido habitual de elrow y la actuación de Fatboy Slim, Andrea Oliva con un set de 10 horas, Ilario Alicante, Kink, Victor Fernandez y Andres Campo, que repitió el día dos en el evento previsto inicialmente con Sam Paganini, pero que tras dar positivo por Covid, se vio obligado a cancelar su actuación.

Madrid e Ibiza, junto a otras ciudades españolas como Alicante, Granada, Almeria, son el ejemplo de que esta vez sí se pudo bailar… Mientras en otros lugares que siempre solemos alabar no se pudo hacer. Esta vez no hemos sido los peores por las decisiones de nuestros políticos. Por una vez y esperemos que no sea la última, no hemos sentido envidia de Berlín, Amsterdam o Londres.